Desde
que comenzaron a desaparecer los productos de la dieta básica del venezolano y
otros elementos para el aseo y el mantenimiento del hogar, porque los
empresarios prefirieron exportarlos en mayor parte, se presentó el fatídico
caso de los bachaqueros minoritarios que, como todos sabemos, compran los pocos
productos que llegan y los venden a precios excesivos.
Pero
el problema se ha acrecentado con otro tipo de bachaqueo, el de carácter
mayoritario, en este caso personas con mucho recurso económico que se han dado
a la tarea de cazar la llegada de los productos a los abastos y otros locales,
para negociar con los dueños y comprarles la mercancía a un precio superior,
con el fin de comercializarlos más adelante ofreciéndolos a precios hasta siete
veces por encima de su valor real. Estos bachaqueros mayoritarios sólo venden
bajo cuerda en cantidades determinadas, siendo una de las más famosas el
denominado bulto.
Sin
embargo, a pesar de que esta es la realidad, muchos venezolanos tardaron en
darse cuenta de que la escasez es inducida, es decir, provocada por dos
factores que actualmente son más que evidentes que nunca: por el método
empresarial de sacar los productos hacia otros países (por ejemplo Colombia,
puesto que les reporta el triple de las ganancias), y luego porque la poca
distribución que dejan para el país es acaparada por los bachaqueros de oficio.
Aun
cuando grandes empresas siguen sacando sus productos fuera del país, continúan
alegando no poder mantener una eficiente labor debido a que el gobierno no les
da las divisas (los dólares) para comprar
la materia prima que necesitan. Pero casi nadie se pregunta ¿por qué
tiene que ser el gobierno quien les dé dólares? ¿Por qué, en el caso de
Industrias Polar, que es dueña del grupo de empresas que envasa la mayoría de
los productos que consumimos, cuyo dueño es multimillonario y posee cuentas
inmensas en el exterior, no usa los dólares de su peculio para comprar la
materia prima de los productos que nos vende a los venezolanos?
En
cuanto a los bachaqueros comunes y corrientes, es común que alguien los
defienda diciendo que ellos revenden los productos debido a la necesidad que
tienen de subsistir. Pero no es igual revender a precio justo o moderado para
ganarse el pan, que pasar al ladronismo expendiendo las cosas como si fueran de
oro. El problema es que el bachaquerismo creció en proporciones gigantescas y
está regado en cada ciudad, pueblo o barriada, y son miles. Aparte de los
bachaqueros comunes están los bachaqueros de clase media, inescrupulosos que
acapara productos en su casa y luego llama por teléfono a sus amistades para
participarle que les llegó tal o cual producto, obviamente a precio súper
abultado.
que malditos animales son uds por eso están acostumbrados y siempre lo estarán a ganar un misero sueldo minimo, muertos de hambre vayan a que les regalen vainas que eso les encanta
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