El hecho de circular por áreas diversas en la zona de trabajo conlleva la posibilidad de ocurrencia de diversos tipos de accidentes, principalmente caídas, golpes y choques al tropezar con objetos mal colocados, o resbalones causados por agua o aceite. Las condiciones de suciedad de los pisos o defectos existentes en las mismas (grietas, huecos, etc), así como los defectos de iluminación que inciden en que éstos no se vean bien, son la causa de incontables accidentes que podrían haberse evitado.
Una parte importante de estos incómodos percances se produce en los desplazamientos de los trabajadores de un punto a otro de la empresa, ya sea para buscar una pieza, herramienta o documento, ir a los servicios, para transmitir una información, o cuando se incorpora o abandona el puesto de trabajo. Realmente no se sabe en qué momento puede ocurrir. Lo que debe hacerse es tomar las previsiones para que nunca suceda.
Dependiendo del tipo de actividad que se realice en la empresa, existe una gran variedad de suelos tanto internos como al aire libre: cemento, cerámicos, metálicos, de asfalto, madera, goma, etc. Por otro lado existe una serie de revestimientos antideslizantes como son el látex, el caucho, las resinas epoxis, el poliéster, el neopreno, etc. Los factores de riesgo, por lo tanto, pueden clasificarse en tres grupos: partes defectuosas de las superficies, entorno físico de trabajo y gestión y organización.
La falta de un dimensionado y diseño adecuado de los espacios de trabajo (vías de circulación, rutas de las maquinarias y sectores para desplazamiento de equipos, lugares de almacenamientos intermedios) es origen de muchos percances que pudieran ser leves o graves, según las circunstancias.
El estado de las superficies de trabajo puede estar condicionado por la presencia de productos derramados (líquidos en general, grasas, elementos viscosos, restos de alimentos, polvo, residuos diversos).
También hay que tener en cuenta elementos rodantes (piezas pequeñas, tuercas). Revestimientos antiderrapantes desgastados. Sobrecargas que poco a poco han hundido el pavimento, creando superficies desiguales; pendientes excesivas o no niveladas; deterioro de las rejillas de pequeños desagües.
Medios de enlace entre zonas de distinto nivel
Los medios de enlace entre zonas situadas a distinto nivel pueden afectar a la posibilidad de que se produzcan caídas debido a cambios súbitos de inclinación, tales como en las pequeñas rampas.
Elementos mecánicos
Los elementos mecánicos también pueden influir en la actualización de los riesgos reseñados, en particular destacamos las partes sobresalientes de maquinaria, equipos o materiales; tubos o conducciones instalados cerca del nivel del suelo, creando la posibilidad de tropezones.
El desorden
Piezas, objetos o mercancía colocados fuera de lugar o invadiendo lugares de paso. Herramientas dejadas en el piso. Cables, cuerdas o mangueras de alargo situados provisionalmente en zonas de desplazamiento. Materiales de recorte o desecho tirados en cualquier lado
Iluminación deficiente
La mala iluminación influye en el aumento de los riesgos por estar mal colocada o ser insuficiente, pudiendo crear reflejos, contrastes excesivos o zonas de sombras, etc.; ello hace que los problemas que puedan tener los suelos o la existencia de obstáculos se acrecienten al no poder localizarlos o apreciarlos convenientemente.
Señalización
La señalización inexistente o inadecuada de las zonas peligrosas, cruces, pasillos de circulación utilizando las normas existentes (forma, color...), zonas con limitación de altura, igualmente influyen en la continuidad de los riesgos indicados.
Precaución del trabajador
Sin duda un gran porcentaje de las caídas se deben a errores no intencionados, distracciones por existir objetos que obstaculizan en las proximidades de escalones, o correr innecesariamente, o por cuestiones diversas como son la edad, enfermedad, estado emocional, fatiga y visión deficiente. Otros motivos son, entre otros, la pérdida de equilibrio como consecuencia de que se produzca un ruido inesperado, puesta en marcha súbita de alguna maquinaria, empujones entre los empleados.
Qué hacer
Revisión frecuente y exhaustiva de las áreas de circulación. Presencia permanente de un vigilante para alertar en el caso de que haya problemas en superficies específicas y que no se hayan podido solucionar de inmediato, esto complementado con la señalización adecuada, principalmente con cintas de seguridad. Arreglo rápido de pisos irregulares, huecos y pequeños desagües. Alertar al personal de limpieza para que mantenga control constante en el mantenimiento de pasillos y áreas comunes. Instruir a los trabajadores para que, en el caso de derrame de líquidos durante la faena, notifiquen la eventualidad al departamento de mantenimiento, o en todo caso ellos mismos solventar la situación.
viernes, 25 de mayo de 2012
DOLOR DE ESPALDA EN EL TRABAJO
Cualquiera
puede sufrir de dolor de espalda, pero hay varios factores que aumentan el
riesgo de padecerlo, entre ellos:
Envejecer. El dolor de espalda es más común a medida
que se envejece. Puede comenzar entre los 30 y 40 años de edad. Tener una pobre
condición física. El dolor de espalda es más común entre aquellas personas que
no realizan ejercicio con regularidad (sedentarismo).
Aumentar de peso. Una dieta alta en calorías y grasas.
El sobrepeso puede hacer que la espalda se esfuerce demasiado y causar dolor.
Factores hereditarios. Algunas causas del dolor de
espalda, como la espondilitis anquilosante, un tipo de artritis que afecta la
columna vertebral, pueden tener un componente genético.
Tener otras enfermedades. Algunos tipos de artritis y
cáncer podrían causar dolor de espalda.
Hacer algunos tipos de trabajo. Levantar, empujar y jalar
al mismo tiempo que se tuerce la columna vertebral puede causar dolor de
espalda. Si trabaja en un escritorio todo el día y no se sienta derecho,
también es una causa.
Si usted fuma es posible que el cuerpo no pueda llevar
suficientes nutrientes a los discos de la columna vertebral. La tos de
fumadores puede provocar dolor de espalda. A los fumadores les toma más tiempo
recuperarse, así que la afección podría durarle más tiempo.
Otro factor es la raza. Por ejemplo, las mujeres de
raza negra tienen de dos a tres veces más probabilidad que las mujeres de raza
blanca de tener un disco dislocado.
Los problemas relacionados con la mecánica de la
espalda misma pueden causar dolor. Por ejemplo, discos lesionados, espasmo, tensión
muscular, hernia discal.
Las lesiones causadas por esguinces, fracturas,
accidentes y caídas pueden resultar en incidencia de este problema.
Medidas preventivas
Hacer ejercicio regularmente para fortalecer los
músculos de la espalda.
Mantener un peso saludable o rebajar si tiene
sobrepeso. Para mantener huesos fuertes, necesita ingerir suficiente calcio y
vitamina D todos los días.
Mantener una buena postura, parándose derecho y evitar
levantar objetos pesados mientras sea posible. Si tiene que levantar algo
pesado, doble las rodillas y mantenga la espalda derecha.
El dolor agudo comienza repentinamente y dura menos de
6 semanas. Es el tipo más común de los dolores de espalda. Puede surgir a
consecuencia de caídas, o de levantar objetos pesados. El dolor crónico dura
más de 3 meses y es mucho menos común que el agudo.
Pañitos calientes o fríos pueden aliviar la rigidez y
el dolor. El calor reduce los espasmos musculares. El frío ayuda a reducir la
hinchazón y adormece el dolor profundo. Usar pañitos calientes o fríos puede
aliviar el dolor, pero este tratamiento no corrige las causas.
El ejercicio adecuado puede contribuir con el alivio,
pero debe evitarlo en casos de dolor agudo. Su médico o fisioterapeuta puede
recomendarle ejercicios adecuados para su caso.
Aprender a levantar, empujar y jalar sin esforzar
tanto la espalda. Hacer cambios en la forma en que hace ejercicios, descansa o
duerme también puede ayudar a disminuir el dolor.
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dolor de espalda en el trabajo
CUIDADO CON EL MONÓXIDO DE CARBONO
El monóxido de carbono (CO) es un gas venenoso, incoloro, sin sabor ni olor. Se genera como producto de desecho en la combustión incompleta del carbón, madera, aceite y otros productos del petróleo (por ejemplo, gasolina, propano, etc.). Su fuente principal son los motores de combustión interna. El gas CO también se genera en operaciones industriales tales como reparación de automóviles, refinación del petróleo y manufactura de acero y productos químicos.
Al ser un gas asfixiante químico, reduce la habilidad de la sangre de transportar oxígeno. Al principio la inhalación del CO puede ocasionar dolor de cabeza, náusea, mareo, debilidad, respiración rápida, pérdida del conocimiento y en consecuencia la muerte. Altas concentraciones de CO actúan fatal y rápidamente en el organismo, sin presentar síntomas significativos de su presencia.
La exposición leve a este gas puede agravar enfermedades preexistentes del corazón y del sistema circulatorio. Si se sospecha envenenamiento por CO, transporte a la persona de inmediato al aire fresco, alejado de la fuente de emisión. El envenenamiento es reversible si se trata a tiempo.
Peligro inminente:
El gas CO penetra fácilmente. Es muy inflamable. Puede reaccionar fuertemente con el oxígeno, acetileno, cloro, flúor u óxido nitroso.
Los trabajadores con mayor probabilidad de resultar expuestos al monóxido de carbono son los soldadores, mecánicos, bomberos, operadores de motores diesel, conductores de montacargas, recolectores de peaje o trabajadores en túneles, policías, conductores de taxis, trabajadores en recepción y embarque de mercancías y personal de almacenes.
Para reducir las probabilidades de envenenamiento por monóxido de carbono en el sitio de trabajo:
Deben instalarse sistemas de ventilación que lo dispersen con facilidad.
Mantener en correcto funcionamiento los equipos que puedan producirlo.
No usar equipos propulsados por gasolina en zonas cerradas o áreas con mala ventilación.
Imprescindible la instalación de detectores de CO con alarmas audibles. Trate de mantener los detectores al menos cerca de cualquier aparato quemador de combustible, y bastante alejados de lugares con mucha humedad (como baños y cocinas) ya que la humedad suele provocar lecturas incorrectas. Controle las baterías de su detector con frecuencia, para que estén siempre en perfecto funcionamiento.
Informar a los trabajadores sobre las fuentes de emisión de monóxido, los peligros que se corren ante su presencia y los controles que podrían aplicarse para evitar males mayores.
En Estados Unidos, por citar un ejemplo masivo, las fugas de CO son responsables de aproximadamente 500 muertes por año y más de 15,000 visitas a la sala de emergencia. Sin embargo, como la intoxicación por CO suele no informarse, la cantidad de casos es probablemente más alta.
Detalles a tener en cuenta
La afección por monóxido de carbono no suele presentar gravedad si los niveles de su presencia en el organismo no superan al menos un 10 por ciento en el torrente sanguíneo, caso en el cual suele parecerse a un resfriado o gripe ligera. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, fatiga, una leve confusión, respiración y ritmo cardíaco irregular, náuseas y ataques de tos
Cuando los niveles de CO superan el 20 por ciento, la intoxicación es generalmente fatal.
¿Qué hacer ante la sospecha de la presencia de CO?
Evacúe el lugar inmediatamente.
Llame a los entes encargados de cubrir estas emergencias.
Al ser un gas asfixiante químico, reduce la habilidad de la sangre de transportar oxígeno. Al principio la inhalación del CO puede ocasionar dolor de cabeza, náusea, mareo, debilidad, respiración rápida, pérdida del conocimiento y en consecuencia la muerte. Altas concentraciones de CO actúan fatal y rápidamente en el organismo, sin presentar síntomas significativos de su presencia.
La exposición leve a este gas puede agravar enfermedades preexistentes del corazón y del sistema circulatorio. Si se sospecha envenenamiento por CO, transporte a la persona de inmediato al aire fresco, alejado de la fuente de emisión. El envenenamiento es reversible si se trata a tiempo.
Peligro inminente:
El gas CO penetra fácilmente. Es muy inflamable. Puede reaccionar fuertemente con el oxígeno, acetileno, cloro, flúor u óxido nitroso.
Los trabajadores con mayor probabilidad de resultar expuestos al monóxido de carbono son los soldadores, mecánicos, bomberos, operadores de motores diesel, conductores de montacargas, recolectores de peaje o trabajadores en túneles, policías, conductores de taxis, trabajadores en recepción y embarque de mercancías y personal de almacenes.
Para reducir las probabilidades de envenenamiento por monóxido de carbono en el sitio de trabajo:
Deben instalarse sistemas de ventilación que lo dispersen con facilidad.
Mantener en correcto funcionamiento los equipos que puedan producirlo.
No usar equipos propulsados por gasolina en zonas cerradas o áreas con mala ventilación.
Imprescindible la instalación de detectores de CO con alarmas audibles. Trate de mantener los detectores al menos cerca de cualquier aparato quemador de combustible, y bastante alejados de lugares con mucha humedad (como baños y cocinas) ya que la humedad suele provocar lecturas incorrectas. Controle las baterías de su detector con frecuencia, para que estén siempre en perfecto funcionamiento.
Informar a los trabajadores sobre las fuentes de emisión de monóxido, los peligros que se corren ante su presencia y los controles que podrían aplicarse para evitar males mayores.
En Estados Unidos, por citar un ejemplo masivo, las fugas de CO son responsables de aproximadamente 500 muertes por año y más de 15,000 visitas a la sala de emergencia. Sin embargo, como la intoxicación por CO suele no informarse, la cantidad de casos es probablemente más alta.
Detalles a tener en cuenta
La afección por monóxido de carbono no suele presentar gravedad si los niveles de su presencia en el organismo no superan al menos un 10 por ciento en el torrente sanguíneo, caso en el cual suele parecerse a un resfriado o gripe ligera. Los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, fatiga, una leve confusión, respiración y ritmo cardíaco irregular, náuseas y ataques de tos
Cuando los niveles de CO superan el 20 por ciento, la intoxicación es generalmente fatal.
¿Qué hacer ante la sospecha de la presencia de CO?
Evacúe el lugar inmediatamente.
Llame a los entes encargados de cubrir estas emergencias.
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peligroso monóxido de carbono
ENFERMEDADES PROFESIONALES
El medio ambiente en las
zonas de trabajo tiene un gran número de riesgos de índole química, física,
biológica y psicosocial. Hay una serie de normas que nos permiten analizar
quiénes deben tomar el control y evaluación de los riesgos profesionales, los
cuales se circunscriben o cuyo sentido de pertenencia le corresponde a las
disciplinas de medicina e higiene ocupacional controladas por entes
gubernamentales.
La higiene ocupacional es
una disciplina que se encarga de analizar, medir y controlar los riesgos
existentes respecto al trabajador, ya sea por alteraciones de salud del mismo o
por circunstancias puntuales atribuidas al entorno laboral que, en este último
caso, puedan ocasionar daño a su salud.
Pero si bien es cierto que
estas disciplinas se encargan de ejercer la acción preventiva sobre el ambiente
de trabajo y el hombre, convergen en un denominador común que se denomina
globalmente salud ocupacional.
Para ejercer esta acción
preventiva y controladora se necesita la concurrencia del análisis de estudios,
opiniones y controles de un equipo profesional multidisciplinario como lo es el
formado por médicos, ingenieros, psicólogos, analistas y relacionistas
industriales.
No es menos cierto que la
intervención médica en forma oportuna, para que practiquen los ingresos
periódicos para descubrirlas y tratarlas de inmediato. El reconocimiento médico
tiene como fin asegurarse de que el trabajador esté apto para el empleo, esto
le permite perdurar con eficiencia en la vida laboral.
Las funciones de este tipo
multidisciplinario son:
Detección y evaluación de
riesgos profesionales.
Control de riesgos en áreas
de trabajo y zonas vecinas.
Saneamiento del medio y
control higiénico de alimentos y bebidas.
Prevención de enfermedades y
controles médicos a trabajadores.
Análisis y control de los
factores psico-económicos-sociales del trabajador.
Mejoramiento de las
condiciones de seguridad.
Necesidad de la
participación de los trabajadores.
El objeto es lograr que los
trabajadores tomen conciencia y puedan participar activamente en los programas
de asistencia médica destinados a protegerlos. Con esta participación activa de
los trabajadores no solo se logra la eficacia sino el bajo costo de la atención
a la salud.
Entonces nos preguntamos:
¿cómo se logra la participación de los trabajadores en los programas de
asistencia médica? Es fácil: a través de la capacitación, orientación y
consejos en materia de higiene de seguridad, ya que la educación sanitaria que
reciban van a estimularlos en la adopción de hábitos y a mantenerlos, así como
usar los equipos en forma adecuada y tomar sus propias decisiones; que se
reciba tanto individual como colectiva para mantener la salud y mejorar los
aspectos de las condiciones del medio ambiente de trabajo.
¿Cuál sería la diferencia
fundamental entre la enfermedad profesional y la enfermedad del trabajo?
La importancia radica en que
cuando se trata de enfermedad profesional trae consigo derechos y beneficios
para la víctima, así como responsabilidades éticas y legales para el médico tratante
como para el empleador.
Importancia de las
enfermedades profesionales
Desde la óptica de los
empresarios, si no existieran las leyes respectivas sobre el caso, muchos de
ellos serían ajenos al concepto de las diversas enfermedades profesionales.
Consideran que con la paga de los salarios que los trabajadores perciben ya se
soluciona el problema, puesto que estos deberían asumir sus compromisos en
cuanto a la salud. Por otro lado, cuando tenemos a un trabajador en condiciones
no operativas, el factor de despido existe, pues esto afecta de manera directa su
actividad productiva frente al empresario.
A fin de evitar las
enfermedades profesionales se deben tomar las medidas de prevención, pues
consideramos que la mejor forma de evitarlas, conociendo de antemano cuáles son
las posibilidades de que los empleados puedan ser afectados por condiciones
físicas, químicas o biológicas a las que están expuestos durante sus
actividades.
Las enfermedades
profesionales suelen ser agudas y progresivas.
Las enfermedades agudas son
aquellos estados patológicos transitorios ocasionados por un riesgo ocupacional
en un ambiente de trabajo determinado, situación que puede volver a la
normalidad en un tiempo corto.
Las enfermedades profesionales
progresivas son los estados patológicos producidos por los riesgos
ocupacionales de mayor envergadura en las áreas de actividad laboral, que duran
más de lo esperado y pudieran convertirse en incapacitantes hasta alcanzar un
estado crónico y deja secuelas graves o producir la muerte.
Accidente de trabajo.
Se entiende por accidentes
de trabajo las lesiones corporales funcionales, permanentes o temporales,
resultantes de la acción violenta de una causa imprevista que pueda sobrevenir
en ocasión del trabajo que se realiza. Será igualmente considerado como
accidente de trabajo toda lesión interna ocasionada por un esfuerzo violento
del trabajador en el momento de una actividad específica.
Características:
Afección corporal que
produzca lesiones funcionales.
Que den origen a una
incapacidad. Actualmente debe ser decretado por el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales, a través de una junta médica.
Que dicha lesión resulte de
la acción violenta específica y ocurrida en el curso del trabajo.
Fundamentos del derecho
laboral
Estos están estipulados en
el artículo 561 de la Ley Orgánica del Trabajo, en concordancia con el artículo
32 de la Ley de Prevención y Condición del Medio Ambiente de Trabajo.
Diferencias entre enfermedad
y accidente laboral:
Accidente: Todas las
lesiones funcionales o corporales durante el trabajo, que sean producto de condiciones
violentas e inesperadas y en las que intervengan factores como maquinarias,
lugar inapropiado, explosiones, desprendimientos, etc.
Enfermedad: Estado patológico
contraído lenta o progresivamente por situaciones laborales en las que no se
tomó en cuenta la protección del trabajador en cuanto a la incidencia de
elementos contaminantes. Se origina por la acción de agentes físicos, químicos
o biológicos, o por condiciones meteorológicas (exposición excesiva al sol o a
la lluvia).
Semejanzas entre
enfermedades y accidentes.
Ambos infortunios deben ser
causados durante el trabajo.
La detección de la anomalía,
desde el punto de vista legal, debe ser notificada al patrono en un lapso de 48 horas. Si el
afectado o la afectada no está en estado de hacer tal notificación en el período
estipulado, el patrono quedaría exento de responsabilidad en cuanto a las
consecuencias de la falta de asistencia médica, quirúrgica y farmacéutica.
En el caso de indemnización,
se le calculará teniendo en cuenta la clase, el grado y la duración que habría
tenido la incapacidad si no se hubiere prestado la asistencia médica, quirúrgica
y farmacéutica en el momento correspondiente.
En ambos casos el patrono
debe notificar a la Inspectoría del Trabajo dentro de los cuatro días continuos
de ocurrido el accidente o de diagnosticada la enfermedad.
Consecuencia de los
accidentes laborales que dan derecho a una indemnización:
Conforme a la Ley Orgánica
del Trabajo se deben indemnizar aquellas que produzcan las siguientes
incapacidades condiciones:
Muerte.
Incapacidad absoluta y
permanente.
Incapacidad absoluta y
temporal,
Incapacidad parcial y
permanente.
Incapacidad parcial y
temporal.
No se consideran como
incapacidades los defectos físicos provenientes de enfermedades preexistentes o
accidentes profesionales leves que no inhabiliten al trabajador para ejecutar
con la misma eficacia similar clase de actividad.
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enfermedades profesionales
GANDOLEROS EXPLOTADOS
¿Sabía usted que, con frecuencia, en las
carreteras del país mueren uno o dos conductores de gandola? Esta es la trágica
estadística que vemos en los diarios. Generalmente se atribuyen las causas a
excesos de velocidad, posible impericia del conductor o mal estado de las vías.
Sin embargo en muchos casos subyace una causa contundente como lo es el exceso
de trabajo, producto de las rígidas exigencias de los dueños de las compañías
transportistas. El problema es más viejo de lo que se supone, pues las historias
trágicas de gandoleros que pierden la vida o quedan discapacitados se repiten
cada año.
A juicio de los choferes Jorge Iturbide y Ramón
Ruíz, los conductores de vehículos de carga pesada que atraviesan el país están
agobiados por el estrés laboral al que son sometidos por las empresas para
quienes laboran. Mientras tanto, el Ministerio del Trabajo hace poco al
respecto.
“Este sector atraviesa un grave problema desde
hace muchos años, y hemos agotado todas las instancias para que nuestros
problemas sean resueltos y evitar llegar al conflicto que paralizaría la
distribución de insumos y materiales en todo el país”, confiesan impotentes.
¿Lo último? Descubrieron una red de corrupción en
la Inspectoría del Trabajo en Puerto Ordaz. “Funcionarios que realizan inspecciones
en las empresas que nos contratan se prestan para falsear la información que
suministramos y hasta nos delatan por denunciar las pésimas condiciones en las
que trabajamos”.
Al parecer, recientemente solicitaron ante la
dependencia del Min-Trabajo en Bolívar la supervisión de todas las empresas
contratistas de transporte de carga pesada. “Pero nos encontramos con que estos
inspectores llenan a conveniencia los formularios, dejando desasistido a los
choferes de gandolas, quienes somos explotados”.
Iturbide y Ruiz afirman que los conductores de
transporte pesado de todo el país trabajan en condiciones infrahumanas,
específicamente en el tiempo que dedican y las condiciones de los lugares donde
pernoctan o realizan paradas para asearse, comer y recargar.
En la actualidad hay 32 mil gandoleros en
Venezuela. Bolívar cuenta con 5.500, 95% de los cuales son asalariados. “Sólo
5% es propietario de vehículos. Por ello, insistimos en el llamado a considerar
que somos trabajadores como todos, y merecemos un trato digno y respetuoso,
además de estar amparados en las leyes del Trabajo y Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo (LOT y Lopcymat)”.
Recuerdan que después del accidente de la gandola
con gas cloro en Clarines, hace varios años, la ministra María Cristina
Iglesias ordenó instalar mesas de trabajo en todo el país para desarrollar las
normas que protegieran a estos trabajadores y así contribuir en la seguridad en
las carreteras.
“El trabajo extremo, conducir por 12 horas o más,
es peligroso para todos, no sólo para los gandoleros”, agregan. “Pero no ha
habido voluntad política para que estos se corrija, que gocemos de nuestros
derechos como lo dice la Constitución en su artículo 90, sobre las 44 horas de
trabajo semanales”.
Reiteraron que han evitado a toda costa el
conflicto, pues de paralizarse el transporte a través de gandolas, el país
colapsaría. “Hacemos un llamado a la coordinadora del ministerio en Bolívar, la
señora Espín, y al señor Tancredo, de Impsasel, para que acaben con la corrupción
de funcionarios que se prestan para que las empresas que nos contratan sigan
explotándonos”.
En Guayana
Sidor tiene a su disposición 1.800 gandoleros que
carecen de contrato colectivo, y es la empresa que mayor demanda tiene de
transporte, a escala nacional. “Ahí se carga las 24 horas del día”, detallan.
Por esto solicitan se reestablezca el patio del
plan IV de Sidor donde otrora disfrutaban de un lugar cómodo y ajustado a las
condiciones de trabajo que desempeñan.
“Ahí teníamos comedor, lugares para dormir el
tiempo necesario y recobrar fuerzas; sitios limpios. En fin, teníamos atención
las 24 horas del día”. Cuentan que desde hace mucho tiempo, los gandoleros que
vienen al estado Bolívar deben comer en lugares llenos de basura, dormir a la
intemperie, sin seguridad, sin tener donde asearse.
“Solicitamos que, definitivamente, dejemos de ser
tercerizados en este sector y que nuestros derechos sean respaldados por las
leyes”.
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