jueves, 4 de febrero de 2010

ORÍGEN DE LA EXPLOTACIÓN PETROLERA


Aunque los primeros intentos de explotación comercial del petróleo en Venezuela tuvieron lugar hacía la segunda mitad del siglo XIX, será durante el periodo gomecista cuando se produce la conversión de economía agraria a minera. Los primeros hallazgos se producen en las riberas del lago de Maracaibo, cuando nuestros antepasados indígenas recogían aquel betún o aceite negro que sobrenadaba en las aguas del Coquivacoa, y que servía de combustible para antorchas y lámparas fabricadas con conchas de coco, así como también para impermeabilizar canoas. Otros autores refieren que la palabra “mene” fue introducida por primitivos pobladores al vocabulario castellano.
Aún se sentía el penetrante olor a pólvora de la invasión de Antonio Guzmán Blanco, quien como pretexto a su “revolución” había compartido la inconformidad del Congreso Nacional al no reconocer el triunfo de José Ruperto Monagas, hijo del legendario prócer José Gregorio Monagas. Por aquellos aciagos días del 1870, un médico se desplazaba a lomo de mula recorriendo pueblos y caminos sobre las pintorescas montañas andinas. Era el doctor Carlos González Bona, quien no se imaginó que muy pronto el “oro negro” pisaría sus talones, mientras desafiaba la cordillera prestando sus servicios profesionales a lo largo y ancho de esa vasta e imponente geografía que entonces comprendía el “Gran Estado de los Andes”. El doctor Bona, además de abnegado galeno, también era ingeniero y apasionado estudioso de la química. Un buen día descubre en terrenos aledaños a Rubio (Capital del distrito Junín), cómo los riachuelos arrastraban capas oleaginosas, especie de alquitrán que dio origen a que los pobladores bautizaran la región con el nombre de La Alquitrana.

Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira
Carlos González Bona, M. A. Pulido, Pedro Rincones y José R. Villafañe fueron los pioneros de la industria nacional petrolera. Correspondió a Pedro Rincones viajar a EEUU, concretamente a Pensylvania,. De modo que con etiqueta “made in USA” llegaron al Táchira los taladros para perforar los primeros pozos en busca del precioso mineral que ya era negocio redondo en los Estados Unidos.
En 1878, la Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira recibe los primeros títulos del Gran Estado de los Andes, y años más tarde, Antonio Guzmán Blanco firma el título definitivo de la concesión. Para 1886 comienza a horadarse el suelo en busca del preciado recurso.
Alfaltos vs petróleo
Nuestra industria petrolera en sus orígenes tendrá sorpresivamente un rival inesperado: el asfalto, “bitumen”. Los antecedentes del petróleo en el oriente del país se remontan al 7 de mayo de 1883 cuando se le otorga una concesión a Horacio A. Hamilton y José A. Philips para explotar por 25 años los recursos naturales del antiguo Estado Bermúdez, incluyendo el lago de asfalto de Guanaco. En 1898 Wilhelm Sievers informa sobre los viajes realizados en 1892 y 1893 por el químico Richard Ludwing al volcán de barro de El Hervidero, al sureste de Maturín y aquel año, Clifford Aichardson publica un informe detallado sobre el lago de asfalto “Bermúdez” de Guanaco. De acuerdo a estos estudios se concluyó que era el más grande depósito natural del mundo de ese producto.
Pero la excursión de Mister Hamiton duró poco, y muy pronto cedió su contrato a The New York and Bermúdez Company, empresa vinculada a un consorcio del asfalto con sede en Filadelfia. La producción del lago de asfalto de La Brea, en Trinidad, había impulsado la búsqueda de ese recurso en Venezuela. En 1901, la New York Bermúdez Company, comienza a explorar los depósitos de asfalto del lago de Guanaco, en el Estado Sucre, limítrofe con Monagas, y el mineral obtenido se exporta al Brasil. En 1889, el Estado venezolano declaró caduca la concesión, no encontrando mayor oposición de la trasnacional, pues la Bermúdez Company estimó que el tipo de petróleo descubierto tenía poca demanda en esa época.
No conforme con incumplir sus compromisos contractuales (canalizar los ríos Colorado y Guarapiche), también dicha empresa estuvo involucrada en la llamada Revolución Libertadora que encabezaba el general y banquero Manuel Antonio Matos, cuñado de Guzmán Blanco. Por esta razón, Cipriano Castro solicitó a la Bermúdez Company la indemnización por cincuenta millones de bolívares.
Gómez: el general petróleo
La situación económica de la época de Gómez, se presenta con dos matices: continúa la Venezuela agrícola mientras surgía la economía minera que muy pronto se convertiría en el motor que consolidó el régimen. Desde 1908 a 1921, el país continúo dependiendo de los precios del café y el cacao. En cuanto a la tenencia de la tierra, Gómez fue el mayor latifundista, y se reservó la industria ganadera a través de sus acólitos. A partir de 1921 comienza una grotesca penetración de inversiones foráneas empeñadas en saquear aquel recurso natural no renovable. Como Gómez sólo piensa en sus haciendas y retener el poder, entonces brindó facilidades a las trasnacionales, no establece normas de refinación ni perforación, permite exenciones de impuestos de aduana y alarga el plazo de las concesiones en condiciones muy favorable para las compañías que se establecen en nuestro territorio.
Fue el doctor Gumersindo Torre la excepción en aquella cáfila de adulantes del régimen que se mostraban complacientes ante los monopolios extranjeros. Destacado médico y político de probada honradez, había nacido en Coro, y como Ministro de Fomento por vez primera hizo referencia a medidas de conservación de los yacimientos descubiertos. Al frente de esta cartera ministerial, también lanzó la tesis según la cual no se otorgarían derechos de explotación sin programación y objetivos definidos. El 27 de diciembre de 1918 refrendó la Ley de Minas, en cuyo artículo 3 se determina que el Estado explotará hidrocarburos por administración directa o según el reglamento. Para 1921, Torres por considerarlo una piedra en el zapato, fue removido del cargo por órdenes de las trasnacionales del petróleo.
Llega el siglo XX
Fallecido Juan Vicente Gómez (1935) llega a Venezuela el siglo veinte. La actuación del ministro de Fomento, Néstor Luís Pérez habrá de rescatar el espíritu conservacionista y patriótico en la alta esfera del gobierno central. Por aquellos días en el capitalino diario “Ahora”, el martes 14 de julio de 1936, aparece un editorial bajo el título de “Sembrar el petróleo”, donde se lee que “la riqueza pública venezolana reposa en la actualidad (1936) en más de un tercio, sobre el aprovechamiento destructor de los yacimientos del subsuelo, cuya vida no es solamente limitada por razones naturales, sino cuya productividad depende por entero de factores y voluntades ajenos a la economía nacional”. Aunque algunos atribuyen la autoría del editorial al novelista Arturo Uslar Pietri, se habló también de Alberto Adriani, excelente economista, escritor y político venezolano. Que si fue Arturo Uslar o Adriani, eso fue un secreto bien guardado.
Ley de hidrocarburos de 1943
La Segunda Guerra Mundial causó problemas en las operaciones y una disminución de la producción. El 18 de febrero de 1943 era convocado el Poder Legislativo a sesiones extraordinarias a fin de conocer el nuevo proyecto de Ley de Hidrocarburos. Tras una creciente confrontación entre el capital petrolero trasnacional y el gobierno de Isaías Medina Angarita, el 13 de marzo del mismo año se promulga el nuevo instrumento legal, la cual establece la Administración General del Impuesto sobre la Renta y crea la Oficina Técnica de Hidrocarburo en el Ministerio de Fomento. Al respecto se dijo que en dicha ley ambas partes a la final resultaron mutuamente beneficiosas: el gobierno recibió una participación fiscal notablemente incrementada a cambio de asegurar 40 años adicionales de duración a las concesiones y de otorgar extensas área nuevas. El 3 de mayo de 1944, con la terminación del exploratorio de yacimientos más profundos P-62, se descubrió en el campo La Paz la potencialidad productiva de las rocas del cretáceo.

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