jueves, 17 de febrero de 2011

PRODUCTOS QUÍMICOS DE USO DELICADO

En este artículo pasamos a hacer referencia a algunos de los productos químicos más peligrosos ante los cuales se debe tener respeto en su manipulación.

Ácido sulfúrico
Es utilizado como materia prima para la obtención de superfosfatos, ácido fosfórico, clorhídrico, acético y cítrico, fertilizantes sintéticos, fibras artificiales, fabricación de baterías de plomo (como electrólito), explosivos, refinado de aceites, etc. Los principales riesgos de la industria de fabricación de sulfúrico viene dado por la presencia de nieblas de sulfúrico y gases de SO3. Se debe recurrir ala extracción localizada ya la protección individual de las vías respiratorias, adecuada al riesgo. Su acción sobre el organismo se debe a su carácter tóxico y cáustico.

Ácido nítrico
Se emplea en la fabricación de explosivos, tintes y colorantes, productos farmacéuticos, etc., la producción de nitratos metálicos, etc. Los principales riesgos del ácido nítrico vienen dados por los contaminantes (especialmente óxidos nitrosos y amoníaco), debiendo recurrir a la extracción localizada ya la protección individual de las vías respiratorias, adecuada al riesgo. Su acción sobre el organismo se debe a su carácter corrosivo.

Ácido clorhídrico
Es utilizado para producir fertilizantes, tintes y colorantes, refinado de aceites y grasas, galvanoplástica, decapado de metales, curtido de pieles, etc. Los principales riesgos de la industria de fabricación del ácido clorhídrico proceden de los contaminantes (gases o soluciones de clorhídrico) originados por fugas en tuberías, reactores o tanques de almacenamiento. Según los casos, se debe recurrir a adoptar procedimientos de circuito cerrado, automatización de operaciones, ventilación general o extracción localizada ya la protección individual (protección respiratoria y ropa de protección). Su acción sobre el organismo se debe a su carácter corrosivo; en contacto con los ojos puede provocar pérdida de la visión así como producir efectos irritantes en los aparatos digestivo y respiratorio.

Cloro
Se emplea como desinfectante, blanqueo de fibras textiles, fabricación de derivados clorados (clorhídrico), plásticos, etc. Los principales riesgos, dependiendo de los procedimientos utilizados, proceden de la contaminación originada por fugas en tuberías y tanques de almacenamiento o falta de encerramiento del proceso, debiendo recurrir, según los casos, a los procedimientos de circuito cerrado, extracción localizada, sistemas de alarma, etc. o a la protección individual de las vías respiratorias. Su efecto sobre el organismo puede provocar la muerte por asfixia, con exposición a concentraciones elevadas, e irritaciones en las mucosas y en el aparato respiratorio.

Amoníaco
Es utilizado en la fabricación de hielo, fertilizantes, preparación de soluciones acuosas utilizadas en las industrias farmacéuticas y químicas, etc. Los riesgos se presentan durante la producción, compresión y purificación del gas, así como en los procesos de síntesis y limpieza. Peligroso debido a los contaminantes (amoníaco, monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno) por fugas en las instalaciones del proceso (válvulas, recipientes a presión, juntas, etc.), debiendo recurrir, según los casos, a los procedimientos de ventilación general o extracción localizada, protección individual (de las vías respiratorias o para trabajos en altura en la limpieza de convertidores), etc. Su acción sobre el organismo se debe a su efecto irritante sobre el aparato respiratorio y en grandes concentraciones, sobre el sistema nervioso. Dado que durante la producción de amoníaco interviene el sulfuro de hidrógeno, conviene señalar que dicho gas produce la llamada intoxicación de los poceros, que puede originar la pérdida de conocimiento y la muerte.

Fertilizantes orgánicos
Se utilizan para mejorar la nutrición de las plantas. Pueden, según su contenido en elementos nutritivos (nitrógeno, fósforo, potasio y oligoelementos) clasificarse en nitrogenados, fosfatados, potásicos y oligofertilizantes). Los principales riesgos se deben a los contaminantes originados en los procesos del tratamiento químico de las materias primas y en los procesos de obtención, maduración del producto semiacabado, envasado final y almacenaje (óxidos de nitrógeno, flúor y sus compuestos, amoníaco, fosfatos, sales potásicas, polvos diversos, gases de flúor principalmente, etc.), por fugas en tuberías, reactores e instalaciones, polvo acumulado en el suelo e instalaciones, no encerramiento de los aparatos de mezcla, reacción y transporte, etc. Se debe recurrir, según los casos, a los procedimientos de mecanización y automatízación del proceso, confinamiento de procesos peligrosos, extracción localizada y filtros de absorción de gases, limpieza de suelos e instalaciones, protección individual, etc. Su acción sobre el organismo depende de cada caso en particular, destacando la acción de los fosfatos y superfosfatos que al contener sílice libre puede originar silicosis, y el flúor y sus compuestos, cuya exposición puede originar la fluorosis.

Pigmentos inorgánicos
Son sólidos finamente divididos en colores diversos utilizados para proporcionar color, consistencia, cuerpo y duración a los recubrimientos de superficies. Según el color, los pigmentos pueden ser:
Blancos (bióxido de titanio, óxido de cinc, óxido de antimonio, carbonato básico de plomo, sulfato básico de plomo, etc.)
Rojos, marrones y morados [óxidos de hierro, de cadmio, óxido cuproso y minio Pb304].
Amarillos y naranja (cromato de plomo, sulfato de plomo y amarillos de cinc y cadmio).
Azules y verdes (azul de hierro, verde cromo, óxidos de cromo).
Negros y grises (negro de carbón, óxidos de hierro, negros minerales).
Los principales riesgos se derivan del proceso de obtención (preparación de materias primas, precipitación, filtración, secado, trituración, molturación, ajuste de color y envasado) y de los contaminantes diversos, dependiendo del pigmento (plomo, cadmio, hierro, manganeso, cromo, etc.). Según los casos, se debe recurrir a limpiezas frecuentes, utilización de sistemas de extracción localizada y protección individual de las vías respiratorias. En cuanto a su acción sobre el organismo, dependerá de la toxicidad de los productos utilizados.

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