jueves, 17 de febrero de 2011

SICARIATO SINDICAL

El asesinato de dirigentes sindicales merece una especial atención por parte del Estado venezolano. Es incomprensible que dentro de este proceso político, donde diariamente se nos recalca su carácter socialista por los medios de comunicación del oficialismo y de la oposición, suceda con una impunidad que raya en el descaro el asesinato de dirigentes sindicales, en su mayoría (por no decir que todos) afectos al gobierno e inmersos en conflictos laborales.
Si bien es cierto que algunos de estos asesinatos ocurren en el marco de una guerra de intereses de algunos sectores como el ya archiconocido sindicato de la construcción, no es menos cierto que una gran cantidad son planeados y ejecutados por patronos en complicidad con sicario-dirigentes. Sea cual sea el origen, lo cierto es que estamos en presencia por un lado de una reedición del Chicago de los gangsters, y por otra de una copia al carbón de la Colombia de siempre.
Y es que acá no estamos hablando del hampa común, acá estamos hablando de trabajadores asesinados dentro de un plan dirigido a aterrorizar para mermar y acabar con la dirigencia sindical autónoma, clasista, y lo que sería más triste, específicamente con los movimientos sindicales de izquierda. Pero lo que más indigna no es ese patrón que a la final solo sigue el método de sus ancestros, ni el asesino que sólo le falta registrar una compañía de solución rápida de conflictos laborales, ni los lambiscones dirigentes vasallos que al igual que el esclavo que era usado por el amo para golpear y humillar a su hermano de raza eran usados como peones de ajedrez para limpiar el camino a los reyes con la promesa de que podían llegar a coronarse. NO, lo que más indigna es no ver al Gobierno tomar cartas en el asunto..., ni siquiera de palabra.
Mientras tanto se impone la sentencia popular: "muerto el perro, se acaba la rabia". No sólo a nivel laboral tenemos campesinos asesinados por terratenientes, dirigentes populares en medio de una lucha desigual contra el hampa y el narcotráfico, pero esta situación se adereza cuando entonces vemos a dirigentes presentándose en la fiscalía por una denuncia del patrono; tenemos dirigentes privados de libertad por emprender las luchas que un proceso reclama, en fin tenemos un Estado que actúa por omisión o desidia.
Es difícil no elucubrar ideas en torno a este tema, tal vez nuestros asesinados eran y son dirigentes demasiado importantes para la etapa del proceso, y el sacrificio debe ser porque el proceso lo es todo. No es que se pretenda pisar el estado de derecho, es decir, si en realidad hay una violación al marco legal debe existir una sanción, pero debería ser algo homogéneo, no guardarse el estado de derecho y el debido proceso a conveniencia, y menos cuando se trata de compañeros, porque hay que decirlo: el Estado en oportunidades ha hecho de esto un traje a la medida, pero es mal sastre o sólo cose para determinados maniquíes.

PRODUCTOS QUÍMICOS DE USO DELICADO

En este artículo pasamos a hacer referencia a algunos de los productos químicos más peligrosos ante los cuales se debe tener respeto en su manipulación.

Ácido sulfúrico
Es utilizado como materia prima para la obtención de superfosfatos, ácido fosfórico, clorhídrico, acético y cítrico, fertilizantes sintéticos, fibras artificiales, fabricación de baterías de plomo (como electrólito), explosivos, refinado de aceites, etc. Los principales riesgos de la industria de fabricación de sulfúrico viene dado por la presencia de nieblas de sulfúrico y gases de SO3. Se debe recurrir ala extracción localizada ya la protección individual de las vías respiratorias, adecuada al riesgo. Su acción sobre el organismo se debe a su carácter tóxico y cáustico.

Ácido nítrico
Se emplea en la fabricación de explosivos, tintes y colorantes, productos farmacéuticos, etc., la producción de nitratos metálicos, etc. Los principales riesgos del ácido nítrico vienen dados por los contaminantes (especialmente óxidos nitrosos y amoníaco), debiendo recurrir a la extracción localizada ya la protección individual de las vías respiratorias, adecuada al riesgo. Su acción sobre el organismo se debe a su carácter corrosivo.

Ácido clorhídrico
Es utilizado para producir fertilizantes, tintes y colorantes, refinado de aceites y grasas, galvanoplástica, decapado de metales, curtido de pieles, etc. Los principales riesgos de la industria de fabricación del ácido clorhídrico proceden de los contaminantes (gases o soluciones de clorhídrico) originados por fugas en tuberías, reactores o tanques de almacenamiento. Según los casos, se debe recurrir a adoptar procedimientos de circuito cerrado, automatización de operaciones, ventilación general o extracción localizada ya la protección individual (protección respiratoria y ropa de protección). Su acción sobre el organismo se debe a su carácter corrosivo; en contacto con los ojos puede provocar pérdida de la visión así como producir efectos irritantes en los aparatos digestivo y respiratorio.

Cloro
Se emplea como desinfectante, blanqueo de fibras textiles, fabricación de derivados clorados (clorhídrico), plásticos, etc. Los principales riesgos, dependiendo de los procedimientos utilizados, proceden de la contaminación originada por fugas en tuberías y tanques de almacenamiento o falta de encerramiento del proceso, debiendo recurrir, según los casos, a los procedimientos de circuito cerrado, extracción localizada, sistemas de alarma, etc. o a la protección individual de las vías respiratorias. Su efecto sobre el organismo puede provocar la muerte por asfixia, con exposición a concentraciones elevadas, e irritaciones en las mucosas y en el aparato respiratorio.

Amoníaco
Es utilizado en la fabricación de hielo, fertilizantes, preparación de soluciones acuosas utilizadas en las industrias farmacéuticas y químicas, etc. Los riesgos se presentan durante la producción, compresión y purificación del gas, así como en los procesos de síntesis y limpieza. Peligroso debido a los contaminantes (amoníaco, monóxido de carbono, sulfuro de hidrógeno) por fugas en las instalaciones del proceso (válvulas, recipientes a presión, juntas, etc.), debiendo recurrir, según los casos, a los procedimientos de ventilación general o extracción localizada, protección individual (de las vías respiratorias o para trabajos en altura en la limpieza de convertidores), etc. Su acción sobre el organismo se debe a su efecto irritante sobre el aparato respiratorio y en grandes concentraciones, sobre el sistema nervioso. Dado que durante la producción de amoníaco interviene el sulfuro de hidrógeno, conviene señalar que dicho gas produce la llamada intoxicación de los poceros, que puede originar la pérdida de conocimiento y la muerte.

Fertilizantes orgánicos
Se utilizan para mejorar la nutrición de las plantas. Pueden, según su contenido en elementos nutritivos (nitrógeno, fósforo, potasio y oligoelementos) clasificarse en nitrogenados, fosfatados, potásicos y oligofertilizantes). Los principales riesgos se deben a los contaminantes originados en los procesos del tratamiento químico de las materias primas y en los procesos de obtención, maduración del producto semiacabado, envasado final y almacenaje (óxidos de nitrógeno, flúor y sus compuestos, amoníaco, fosfatos, sales potásicas, polvos diversos, gases de flúor principalmente, etc.), por fugas en tuberías, reactores e instalaciones, polvo acumulado en el suelo e instalaciones, no encerramiento de los aparatos de mezcla, reacción y transporte, etc. Se debe recurrir, según los casos, a los procedimientos de mecanización y automatízación del proceso, confinamiento de procesos peligrosos, extracción localizada y filtros de absorción de gases, limpieza de suelos e instalaciones, protección individual, etc. Su acción sobre el organismo depende de cada caso en particular, destacando la acción de los fosfatos y superfosfatos que al contener sílice libre puede originar silicosis, y el flúor y sus compuestos, cuya exposición puede originar la fluorosis.

Pigmentos inorgánicos
Son sólidos finamente divididos en colores diversos utilizados para proporcionar color, consistencia, cuerpo y duración a los recubrimientos de superficies. Según el color, los pigmentos pueden ser:
Blancos (bióxido de titanio, óxido de cinc, óxido de antimonio, carbonato básico de plomo, sulfato básico de plomo, etc.)
Rojos, marrones y morados [óxidos de hierro, de cadmio, óxido cuproso y minio Pb304].
Amarillos y naranja (cromato de plomo, sulfato de plomo y amarillos de cinc y cadmio).
Azules y verdes (azul de hierro, verde cromo, óxidos de cromo).
Negros y grises (negro de carbón, óxidos de hierro, negros minerales).
Los principales riesgos se derivan del proceso de obtención (preparación de materias primas, precipitación, filtración, secado, trituración, molturación, ajuste de color y envasado) y de los contaminantes diversos, dependiendo del pigmento (plomo, cadmio, hierro, manganeso, cromo, etc.). Según los casos, se debe recurrir a limpiezas frecuentes, utilización de sistemas de extracción localizada y protección individual de las vías respiratorias. En cuanto a su acción sobre el organismo, dependerá de la toxicidad de los productos utilizados.

PROBLEMAS EN LA PIEL EN FAENAS DE CONSTRUCCIÓN

Algunas veces el material de trabajo puede darle alergia y ocasionarle problemas en la piel. Puede incluso llegar a ser tan grave que no le permitiría trabajar, inclusive con pequeñísimas cantidades de material. Y si éste es el caso, tendría que cambiar de oficio.

Algunos materiales que pueden irritarle la piel: Cemento húmedo o en polvo, cal viva, líquidos como trementina, cloro o gasolina; pinturas, resinas, etc. Estos materiales pueden enrojecer la piel, ocasionar picazón, peladuras o quemaduras dolorosas, llagas y erupciones como el acné. Todo esto se conoce como dermatitis de contacto. Asimismo, el alquitrán puede ocasionar cáncer en la piel.

Lo que puede hacer
Para limpiar el contacto de estos materiales utilice un jabón suave, no abrasivo. Nunca use un disolvente para lavarse las manos. (El alcohol, los líquidos minerales, la gasolina y el thinner son disolventes, pueden irritar la piel y enfermarlo. Trate de usar aceite mineral o vegetal con agua y jabón).
Algunos materiales son extremadamente irritantes de la piel, como la cal viva o el cemento húmedo. Después que termine de trabajar lávese con jabón, enjuáguese con agua abundante y séquese con una toalla limpia o con papel. Después puede usar aceite mineral, vaselina o cremas basadas en aceite. Nunca use cremas que tengan lanolina o perfumes.
Si usa guantes para trabajar, asegúrese de que sus manos y el interior de los guantes estén limpios y secos cuando se los ponga. Si al ponerse los guantes tiene en las manos restos de los materiales dañinos, podría empeorar el problema. (Tampoco permita que los materiales entren en las botas.)
Asegúrese de usar los guantes apropiados para el trabajo. Algunos guantes no lo protegerán contra algunos materiales. O en algunos casos, los guantes podrían no protegerlo para toda la jornada de trabajo.
Si tiene algún problema en la piel que no se le quita, vea al médico. Dígale qué materiales está utilizando en el trabajo.
Póngase una camisa manga larga. Esta le puede ayudar a proteger la piel contra materiales dañinos y contra quemaduras de sol. Trate de no mojarse la ropa con cemento ni ningún otro material parecido. (El alquitrán y el asfalto son particularmente dañinos si está en el sol. Cuando trabaje con asfalto caliente no use materiales sintéticos como poliéster o nylon, ya que se derriten al contacto con el asfalto caliente).
Cuando llegue a casa no lave la indumentaria de trabajo con la demás ropa, hágalo de manera aislada y deseche definitivamente aquellas prendas que hayan recibido excesivo contacto con materiales perniciosos.

ORIGEN DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES

El movimiento obrero empezó en Venezuela en 1936, tras la muerte de Juan Vicente Gómez y el advenimiento de la democracia. Un año después, en el gobierno de López Contreras, las formas asociativas e intentos gremiales que lograron sobrevivir en medio de la persecución de la dictadura, se reúnen en un primer Congreso de Trabajadores de Venezuela. Tras la Revolución de Octubre, en 1945, sale del mando Medina Angarita y asume el poder AD, lo que fortaleció las organizaciones que controlaba este partido, superando así las dominadas por los comunistas (CUTV).
La participación de los sindicatos se empezaba a hacer manifiesta en ese entonces. Tanto, que se hablaba de "sindicatos blancos, rojos y negros» en alusión a los colores electorales de algunas agrupaciones políticas.
En la segunda mitad del siglo, Pérez Jiménez toma el poder y tres meses después dicta un decreto que disuelve a la CTV y sus federaciones. Aparecen desde el poder persecuciones de diversa índole. La tortura, el exilio y la clandestinidad se convierten en sinónimos en una constante del movimiento sindical. Sólo las organizaciones más fuertes sobreviven, entre ellas, algunos sindicatos nacidos bajo los auspicios de la Fraternal Unión de Dirigentes de Acción Social Católica y del Círculo Obrero de Caracas, promovidos por el padre Manuel Aguirre Elorriaga.
El deseo de acabar con la represión dictatorial propició un sentido de unidad, que lleva a la formación del Comité Obrero de la Junta Patriótica, que jugó un importante papel en la convocatoria a huelga general de tres días, hecho que culminó con la caída de Pérez Jiménez.
Con la vuelta al sistema democrático, la adscripción de dirigentes sindicales a partidos políticos entorpeció su autonomía en el proceso de toma de decisiones. La lealtad al partido y el interés propio privaron en numerosas ocasiones sobre las necesidades reales de los trabajadores. De esta forma, los "sindicaleros" comienzan a perder credibilidad y, en la misma proporción, a ganar el rechazo de la opinión pública nacional.
Los primeros grupos sociales de obreros aparecen en la sociedad venezolana durante las últimas décadas del siglo XIX, pero la clase obrera como tal, diferenciada de otras clases por el lugar ocupado en el proceso de producción predominante, surge y adquiere fisonomía con la iniciación y el desarrollo en el país de las operaciones de exploración y explotación petrolera, programadas por los monopolios extranjeros en la industria.
Los triunfos históricos de la clase obrera en diversas regiones del mundo, las revoluciones sociales que han convertido al proletariado como clase gobernante, atemorizan a los colonizadores modernos y sus aliados, las clases dominantes nacionales, y los lleva a intensificar las actividades dirigidas a conseguir la división del movimiento obrero nacional y así obstaculizar el desarrollo de las luchas que se van adecuando a las nuevas necesidades del país. Para lograrlo invierten fabulosas sumas de dinero en propaganda que confunde, generando a la vez, los mecanismos de corrupción de algunos dirigentes sindicales. La división del movimiento obrero y de los trabajadores en general, es una finalidad permanente que se expresa con toda nitidez en la estructura de los maestros y profesores, donde siete agrupaciones, con distintos colores partidistas, luchan por el predominio contractual. Betancourt, desde la jefatura del gobierno, hizo de los dirigentes sindicales afiliados a Acción Democrática, los difusores del reformismo entre los efectivos del movimiento obrero nacional.
Resultado de estas gestiones fue lo que se conoció como la "paz laboral", establecida mediante la celebración de contratos colectivos de trabajo de larga duración, que eliminan, en lo legal, situaciones conflictivas entre patronos y trabajadores durante dilatados períodos, al encontrarse los sindicatos jurídicamente incapacitados para luchar (a través de contrataciones colectivas, se fue ajustando el tiempo de duración, hasta lograr revisiones de contrato cada dos años).

NUNCA OLVIDE EL CASCO DE SEGURIDAD

Cuidemos nuestra cabeza. Usemos siempre, y como es debido, nuestro casco de seguridad en buen estado.

Para reducir las consecuencias destructivas de los golpes en la cabeza, el casco debe cumplir las siguientes condiciones:
Limitar la presión aplicada al cráneo al distribuir la carga sobre la mayor superficie posible (absorción de impactos). Esto se logra dotándolos de un arnés lo suficientemente grande para que pueda adaptarse bien a las distintas formas del cráneo, combinado con un armazón duro de resistencia suficiente para evitar que la cabeza entre en contacto directo con objetos que caigan accidentalmente o contra los que golpee el usuario. Por tanto, el armazón debe resistir la deformación y la perforación.
Desviar los objetos que caigan por medio de una forma adecuadamente lisa y redondeada. Los cascos con rebordes salientes tienden a parar los objetos que caen en lugar de a desviarlos y, por tanto, absorben algo más de energía cinética que los totalmente lisos.
Disipar y dispersar la posible energía que se les transmita de modo que no pase en su totalidad a la cabeza y el cuello. Esto se logra por medio revestimiento del arnés, que debe estar bien sujeto al armazón duro y absorber los golpes sin desprenderse de él. También debe ser suficientemente flexible para deformarse por efecto del impacto sin tocar la superficie interior del armazón. Esta deformación, que absorbe casi toda la energía del choque, está limitada por la cantidad de espacio libre entre el armazón duro y el cráneo, y por la elongación máxima que tolera el arnés antes de romperse. Por tanto, la rigidez o dureza del arnés debe atender tanto a la cantidad máxima de energía que puede absorber como a la tasa progresiva a la que el golpe puede transmitirse a la cabeza.
Otras consideraciones a tener en cuenta para mejorar la seguridad, son:
Un buen casco de seguridad para uso general debe tener un armazón exterior fuerte, resistente a la deformación y la perforación (si es de plástico, ha de tener al menos 2 mm de grosor); un arnés sujeto de manera que deje una separación de 40 a 50 mm entre su parte superior y el armazón; y una banda de cabeza ajustable sujeta al revestimiento interior que garantice una adaptación firme y estable.
La mejor protección frente a la perforación la proporcionan los cascos de materiales termoplásticos (policarbonatos, ABS, polietileno y policarbonato con fibra de vidrio) provistos de un buen arnés. Los cascos de aleaciones metálicas ligeras no resisten bien la perforación por objetos agudos o de bordes afilados, tampoco son recomendados en lugares de trabajo expuestos al peligro de quemaduras por salpicadura de líquidos calientes o corrosivos o materiales fundidos.
No deben utilizarse cascos con salientes interiores, ya que pueden provocar lesiones graves en caso de golpe lateral. Deben estar provistos de un relleno protector lateral que no sea inflamable ni se funda por el calor. Para este fin sirve un acolchado de espuma rígida y resistente a la llama de 10 a 15 mm de espesor y al menos 4 cm de anchura.
Los cascos deben sustituirse cada tres años y siempre que se haya producido una decoloración, grietas, desprenda fibras, cruja al combarlo o haya sufrido un impacto severo, aunque no presente signos aparentes de haber sufrido daños.
Los cascos fabricados con polietileno, polipropileno o ABS tienden a perder la resistencia mecánica por efecto del calor, el frío y la exposición al sol fuerte o a fuentes intensas de radiación ultravioleta (UV). En estas condiciones conviene utilizar cascos de policarbonato, poliéster o policarbonato con fibra de vidrio, ya que resisten mejor el paso del tiempo.
Cuando hay peligro de descargas eléctricas debidas al contacto directo con conductores eléctricos desnudos, deben utilizarse exclusivamente cascos de materiales termoplásticos, sin orificio de ventilación y sin piezas metálicas que asomen por el exterior del armazón.
Los cascos no podrán bajo ningún concepto adaptarse para la colocación de otros accesorios distintos a los recomendados por el fabricante del casco. Llamamos la atención de los usuarios sobre los peligros que supone modificar o suprimir uno de los elementos de origen del casco, aparte de los recomendados por el fabricante.
Además de la seguridad hay que considerar los aspectos fisiológicos de comodidad del usuario:
El casco debe ser lo más ligero posible y, en cualquier caso, no pesar más de 400 gramos.
El arnés debe ser flexible y permeable a los líquidos y no irritar ni lesionar al usuario; por ello, los de material tejido son preferibles a los de polietileno.
La badana de cuero, completa o media, es necesaria para absorber el sudor y reducir la irritación de la piel; por motivos higiénicos, debe sustituirse varias veces a lo largo de la vida del casco.
Para mejorar la comodidad térmica, el armazón debe ser de color claro y tener orificios de ventilación con una superficie comprendida entre 150 y 450 mm2.
Es imprescindible ajustar bien el casco al usuario para garantizar la estabilidad y evitar que se deslice y limite el campo de visión.
La forma de casco más común dentro de las diversas comercializadas es la de “gorra”, con visera y reborde alrededor. En canteras y obras de demolición protege mejor un casco de este tipo pero con un reborde más ancho, en forma de “sombrero”.

LOS PERCANCES LABORALES

Actualmente, cientos de millones de personas en todo el mundo trabajan bajo condiciones inseguras que ponen en riesgo su salud.

Trabajar bajo condiciones seguras y sanas (la razón de ser de la salud ocupacional) beneficiará a los trabajadores, empleadores y gobiernos, así como al público en general. Aunque parezca obvio y sencillo, este concepto aún no ha logrado la aceptación y el reconocimiento generalizado que debiera tener.
Cada año, en el mundo, millones de trabajadores sufren accidentes de trabajo que les producen lesiones de diversa gravedad: de carácter leve y grave (con o sin incapacidad permanente) y mortales. En cada uno de estos accidentes hay dolor físico y psíquico, pérdida de la capacidad de trabajo, preocupación y sufrimiento en la familia del accidentado, y costes económicos para la empresa y la sociedad en general.
Por todo ello es necesario evitar los accidentes de trabajo, tarea ésta en la que tienen que participar todos: los trabajadores, los técnicos y directivos de las empresas, las autoridades del gobierno, etc., porque a todos afecta e interesa, pero sobre todo a los trabajadores que son los que sufren las peores consecuencias de los accidentes. Razones éticas, económicas y legales sustentan el creciente interés por evitarlos o reducirlos.
Todos los accidentes de trabajo son evitables. Mediante métodos y estrategias adecuadas se podrán alcanzar niveles de riesgo tolerables.
Hay que destacar el término de "evitable", y que aparentemente pudiera parecer que es obvio, cuando precisamente los tópicos culturales que pesan sobre los accidentes de trabajo han asumido erróneamente que en ocasiones, el infortunio, la mala suerte, e incluso las personas predispuestas, estaban en su origen.
Admitir que los accidentes de trabajo son evitables, es admitir las bases de trabajo de una Seguridad científica, por la cual con métodos y estrategias adecuadas, partiendo del principio de multicausalidad de los accidentes, se podrá actuar de forma eficaz para lograr niveles de riesgo tolerables. Se tratará al menos de asegurar que determinados accidentes y las situaciones de riesgo que las generan desaparezcan, para tolerar solamente aquello que potencialmente haya de ocasionar daños de muy poca consideración.
Hay muchas situaciones laborales que causan malestar e insatisfacción en el trabajo, pero que no producen lesiones a la salud diagnosticable médicamente, por lo que son muy difíciles de contabilizar.
Los accidentes de trabajo son, tal como muestran las estadísticas, la causa más importante de las lesiones a la salud que sufren los trabajadores como consecuencia de su trabajo. En un año ocurren en el mundo más de 250 millones de accidentes de trabajo con baja de los cuales unos 300.000 son mortales. No menos importantes son las cifras de accidentes de tráfico, accidentes domésticos y en actividades de ocio, lo que demuestra la aún limitada cultura preventiva existente.
Tales datos de siniestralidad evidencian la necesidad de actuar prioritariamente en la prevención de los accidentes de trabajo, como primer paso para la mejora de la salud de los trabajadores, ya que son los que ocasionan los daños demostrables más cuantiosos a pesar de que las causas que los originan pueden pasar inadvertidas y no ser molestas.
Hay que tener en cuenta que los accidentes de trabajo con baja constituyen solo una parte del conjunto de accidentes de trabajo que suceden. El conjunto de accidentes de trabajo sin baja, pero con lesión es muy superior, aunque no se dispongan de datos precisos sobre su magnitud.

LOS BUZOS EN LA INDUSTRIA PETROLERA

La vida de los buzos en las plataformas petroleras no se diferencia mucho de una jornada cualquiera en cuanto a horarios, comidas, planificación y objetivos. Las diferencias están realmente en el tipo de trabajo.

Las guardias pueden ser de 14 días a bordo y 14 días descansando ó de 28 días de trabajo a bordo y 14 descansando. Las jornadas suelen ser de doce horas en turnos de día o de noche. Los grupos de trabajo constan de ocho buzos especialistas, un supervisor de buceo y un superintendente. Los trabajos son por turno y los lleva a cabo una sola persona y en contadas ocasiones bajan dos. Los tiempos que cada operario vienen determinados por la profundidad o la modalidad de buceo que se utilice. El 90% de las inmersiones se realizan con descompresión para disponer de un mayor tiempo de trabajo que oscila entre una y cuatro horas. El resto del turno se emplea para otras actividades como someterse a descompresión en la cámara hiperbárica, ayudar a bajar herramientas, revisar el compresor o bajar y subir la canastilla (cuando se bucea desde embarcación). Se organiza de tal manera que todos los trabajadores pasan por cada una de las funciones.
Las inmersiones son planificadas por un supervisor y planteadas al buzo antes de la misma. Además están monitorizadas por una cámara que se sitúa en el casco para hacer un seguimiento constante de las operaciones en el lugar de trabajo. La planificación de las operaciones es esencial ya que hay que movilizar muchos medios y personal. Los equipos que se utilizan son pesados. El equipo personal consta de un casco UBA MK21 de unos 12 kilos de peso al cual se le suministra aire desde la superficie o alguna mezcla respirable (oxigeno, helio, etc.). Desenvolverse con él bajo el agua hace que la condición física sea importante, ya que también se arrastra un umbilical por donde circula el aire, comunicación, video y un cabo guía de emergencia que en ocasiones mide hasta 100 metros. Los trajes de buceo se eligen de acuerdo a la modalidad que se utilice. Los tiempos de fondo y profundidades son estrictamente seguidas por los supervisores de buceo desde la zona de control.
El buceo industrial es una actividad muy cotizada en lugares de extracción marina de petróleo. Es necesario estar en posesión de certificaciones de buceo industrial y las especialidades de corte y soldadura submarina, pero quizá lo más importante es tener experiencia en maniobras bajo el agua. En zonas como el Mar del Norte y Estados Unidos el salario que recibe un trabajador de estas características es elevado, pero también se exige experiencia que es difícil de conseguir si no es en lugares parecidos. En otras zonas, como México, existen más de 250 plataformas de petróleo que ofrecen una gran oportunidad a jóvenes buzos para adquirir experiencia, si bien el salario percibido no es tan atractivo.

LOS ACCIDENTES - FACTOR HUMANO

En nuestra cultura occidental, evolucionada y actualizada, cada vez que sucede un accidente se piensa en la participación “responsable” de las personas, calificando muchas veces las causas, inmediata y básica, como producto del error humano.

Las estadísticas siempre reconocen que entre el 80% y el 95% de los accidentes son causados por error humano, tendencia que fue debatida por el doctor Edward Deming, el mentor en calidad y productividad de los japoneses durante la posguerra y hasta cerca de finalizar el siglo veinte, cuando consideró y planteó la teoría del error humano como un mito, clasificándolo como un componente de la multi causalidad de los accidentes: “no es el error solo, son muchas las causas y las personas que intervienen en un accidente, y por lo tanto la gerencia debe mantener sus esfuerzos en la prevención de los accidentes, basada en análisis de riesgos de trabajo y la aplicación de las recomendaciones surgidas de la investigación de los accidentes”.
El director general de una empresa petrolera líder se expresaba así en un discurso en 1988: “Pero, primero recordémonos a nosotros mismos acerca de los hechos y dificultades que rodean la seguridad. Vivimos en una época en que estamos propensos a los accidentes. La sociedad y las industrias en las cuales operamos muchos de nosotros, se están volviendo cada vez más complejas, sofisticadas y sometidas a presión. Y esto, infortunadamente puede ser la semilla para actos descuidados que llevan eventualmente al desastre. No es que la gente sea deliberadamente negligente, pero aun así los accidentes son producidos por el hombre. Ellos no son causados usualmente por máquinas que se rompen o sistemas que fallan. Son causados por personas que han hecho cosas que no debían hacer y han dejado sin hacer aquellas cosas que ellos debieran haber hecho. Eso, incidentalmente es mi única referencia religiosa. No me interesan los actos de Dios.”
Una semana después ocurrió la peor tragedia de la industria petrolera moderna: el desastre de la plataforma Piper Alpha. En prevención de accidentes es importante involucrar al elemento humano, de lo contrario la seguridad no tiene sentido. Hay que convencer a los trabajadores para que hagan las cosas que producen prevención, y satisfacción a la vez, a través de técnicas que involucren a todos los componentes de la empresa con la aplicación de la ingeniería humana en todos los aspectos.
Hay que identificar cómo y por qué falla la gente, y cuáles acciones son pertinentes para cada caso. El historiador alemán Heinrich von Sybel escribió: “en nuestra sociedad moderna, orientada cada día más a la especialización técnica, uno de los eslabones más débiles en la cadena de acontecimientos es el no relacionarlos con la gente en forma efectiva. Los planificadores industriales adoptan planes bien concebidos e intrincados, pero muy pocas veces llegan a ponerse en práctica de la forma más efectiva posible, ya que descuidan el factor humano.” Palabras muy ajustadas a la realidad actual, especialmente considerando que fueron escritas hace más de un siglo… von Sybel murió en 1895 a los 78 años. Todo lo anterior debe llevar a la gerencia actual, dentro del desempeño de su gestión, a ejercer un liderazgo más motivante en relación con la prevención de los accidentes.

PROTECCIÓN CORPORAL EN EL TRABAJO

La inversión económica que los empresarios realizan para la compra de vestuario protector podría hacer que se busquen opciones más económicas, pero que no cumplen con los requerimientos necesarios de protección, con el fin de reducir costos. Asimismo, el ser un vestuario incómodo hay trabajadores que no lo utilizan, causando daños y reduciendo la productividad.
Su uso se basa en seleccionar los vestuarios protectores adecuados. Si las batas no proporcionan ventilación, si las gafas de seguridad se empañan, si los guantes protectores no permiten la destreza de la mano, o si las correas respiratorias son apretadas y ocasionan dolor al ser utilizadas, los usuarios evitaran utilizarlos o los modificaran de cierta manera que comprometen sus características protectoras.
Es importante tomar en cuenta que las prendas se ajusten bien al cuerpo y el estilo permita el desempeño correcto del empleado en sus actividades.
Cuando hablamos de estilo, las opciones que se le den a los trabajadores les hará creará un sentimiento de “control” en su apariencia, ya que la gente se sentirá cómoda y estará más de acuerdo en utilizar el vestuario protector, sin hacerle modificaciones. El vestuario protector que se elija debe permitir a los trabajadores expresar su individualidad, lo que perciben como “excelente”, utilizándolo cómo debe de ser. Los fabricantes están incrementando adaptaciones al vestuario protector, tendencias de moda y vestuarios con apariencia deportiva, para industrias.
El confort y el que quede bien también es importante para otros productos protectores para uso personal de los empleados, tales como lentes, guantes y trajes. Los lentes protectores deben ofrecer confort por medio de frentes amortiguadas, piezas de gel en la nariz, marcos amplios y características antiniebla.
Los guantes serán cómodos, y los usuarios se sentirán bien al utilizarlos, por ello los fabricantes cumplen con los protocolos del vestuario protector, agregándole otras ventajas, tales como, que sean de distintos colores.

La importancia de protegerse en los puestos de trabajo industriales
Los trabajos de construcción y manufactura son de lo mayores estadísticas de daño en los ojos, en comparación con electricistas, plomeros, entre otros. Todas las organizaciones que tienen áreas de producción deben crear una cultura de seguridad completa, considerando los siguientes consejos:
Los procesos de seguridad deben de incluir a todos los colaboradores de la organización.
La seguridad debe ser importante todos los días, y hablar sobre ella en cada reunión, dando seguimiento a los protocolos que sean implementados.
Los líderes de la organización deben ser los responsables del buen funcionamiento y puesta en práctica de las actividades de seguridad.
La seguridad debe implementarse en todas las áreas y todo el trabajo, no debe de ser una acción separada a ellas.
La seguridad debe de ser integral en todas las áreas del negocio.
Para ser exitosos en el contexto de la seguridad y protección, las organizaciones deben crear patrones y protocolos internos, los cuales deben de ser liderados en turnos y por grupos, para mantener una constante atención a la misma, lo que asegurará que todos los colaboradores estén entrenados y motivados para lograr el éxito y superar las expectativas.
El foco de esta acción es el desarrollar un ambiente y una cultura que respalde la convicción de que cada empleado puede crear y mantener un lugar de trabajo, libre de enfermedades y daños.

LA PREVENCIÓN DEBE SER PERMANENTE

Teniendo en cuenta que accidente “es un evento no deseado que tiene como resultado pérdida material o lesiones a las personas”, todos hemos sufrido accidentes. Unos menores, otros más graves… y por lo general hay una justificación para ellos.
En accidentes viales, con frecuencia alguno de los involucrados menciona la imposibilidad de “esquivar al otro vehículo que me chocó” o en la oficina las cortaduras que se sufren al manipular papel -que son muy dolorosas- se justifican con frases como “nunca imaginé que una hoja de papel pudiera cortarme”. También hay -obviamente- justificaciones para accidentes con maquinaria en la planta y para los resbalones.
Es preocupante seguir oyendo estas justificaciones después de varios años y tantas charlas, mensajes, afiches y demás medios de comunicar prácticas seguras. Y preocupa principalmente porque hay que creer firmemente en la frase “todos los accidentes son evitables”.
Lo más común luego de un accidente regular y de pocas consecuencias es lo siguiente: descripción de los hechos según el accidentado. Inculpar a otro. Indicar lo que el otro debió hacer o dejar de hacer para evitar el accidente.
Todos los accidentes son evitables, pero requieren algunos elementos como la intención de no involucrarse en ellos, porque de hecho alguien que intencionalmente no use el casco en áreas de peligro expuesto o no reduzca la velocidad de su vehículo tiene mayor probabilidad de accidentarse. Luego está la identificación y valoración adecuada de los riesgos -como ingresar a un lugar oscuro, por ejemplo – y las acciones para que ellos no ocurran –digamos que colocar buena iluminación o llevarla en forma portátil para paliar lo primero.
Infortunadamente muchos de nosotros necesitamos haber estado involucrados en algunos casos graves para entender y convencernos que tanto los accidentes ocurridos como los futuros pudieron y serán evitables. Es como el cuento aquel de que todo el que ha sido mordido por una culebra, cuando ve un vejuco o un trozo de cabuya pega un brinco.

LA LUCHA PERMANENTE DE LOS OBREROS DE LA CONSTRUCCIÓN

La historia de la clase obrera tiene en cada uno de sus momentos una serie de experiencias y de hechos que dejaron enormes lecciones grabadas en las retinas de los trabajadores que participaron de ellas, y que hoy se hace necesario recuperar, para ponerlas en función de las nuevas tareas y necesidades planteadas, de las nuevas luchas y de este nuevo camino que ha vuelto a abrir la clase trabajadora.
La historia de los obreros de la construcción es la historia de la lucha sin fronteras en contra de condiciones de trabajo realmente precarias, con salarios de hambre, jornadas de trabajo extenuantes y condiciones de seguridad paupérrimas.
El obrero de la construcción nos cuenta su historia desde el andamio, que habla de sus crisis vividas por la desocupación, de las dificultades enormes que tiene para organizarse, por no estar por ejemplo concentrados todos en una misma empresa e ir rotando de faena en faena impidiendo la creación de vínculos y por lo tanto dificultando la creación de sindicatos estables, por estar sujetos a un trabajo temporal, que un día está y al otro día no está, por el miedo a la desocupación que es pan de cada día en este sector.
El obrero de la construcción nos cuenta desde el andamio una historia que muestra que pese a ser empujado al abismo del trabajo precario, ha podido ver gestarse algunas organizaciones sindicales, pero estas se han convertido en antro de corrupción donde sólo se benefician quienes las han organizado.
Sin embargo uno que otro sindicato minoritario se convirtió en organismo vivo para la defensa de los intereses del obrero y de sus derechos, sosteniendo luchas que terminaron en conquistas como la disminución de las horas de trabajo o importantes aumentos salariales. Organizaciones sindicales que han funcionado en base a delegados por obra, que le muestran el camino al resto de la clase trabajadora de cómo es necesario organizarse para que los sindicatos sean una verdadera herramienta para la defensa de los trabajadores.
La historia de los asalariados de la construcción es la historia del trabajo precario, y de la puesta en marcha de los métodos propios de la clase trabajadora para combatirlo, métodos de clase que pueden servir para configurar un sindicalismo clasista y combativo, que aunque sufra luego los avatares de los dirigentes que creen que se puede confiar en la patronal, instauran grandes discusiones sobre la necesidad de luchar por un oficio, que establezca un salario mínimo para cada trabajo que se realice, para que no existan salarios de primera y salarios de segunda categoría.
El obrero de la construcción ha demostrado que pese a todas las dificultades objetivas, es posible organizarse, es posible luchar mediante los métodos de la clase trabajadora para conquistar mejores condiciones de vida y de trabajo. Ha demostrado que es posible luchar en contra de los trabajos precarios y que no hay por qué vivir soportando los abusos y la explotación de la clase patronal y su sed de ganancias.
Los obreros de la construcción, los que están bien organizados (ya que hay montones que siguen dependiendo de las manipulaciones de los contratistas) han demostrado que se pueden cuestionar, en las acciones, las ganancias de los capitalistas y que aún más se puede cuestionar la propiedad privada que éstos con todo el rigor de la ley protegen.
El legado de organización y de lucha del obrero de la construcción es necesario reforzarlo hoy para las nuevas luchas, y que nos sirva de ejemplo para evitar errores y avanzar a terminar con la explotación, el abuso patronal y el trabajo precario. Recuperar esta experiencia “desde el andamio”, es el objetivo de todos.

LA ADICCIÓN AL TRABAJO

Todos sabemos que trabajar es necesario por múltiples razones que tienen que ver con el crecimiento personal, el cumplimiento de metas sociales y también con una necesidad económica. Sin embargo, muchas veces el exceso de trabajo implica un daño para la salud.

La tendencia a trabajar en exceso, por encima de los propios límites y necesidades personales, por mera dependencia psicológica al trabajo, ha sido llamada “adicción”, y es un tipo de intento de suicidio particularmente silencioso. OJO: No toda persona que trabaje mucho es un adicto.
Desde hace unos años, términos como estrés, ataques de pánico y fobias dejaron de ser desconocidas para pasar a formar parte del vocabulario popular y de muchos diagnósticos médicos. La presión laboral tiene aspectos positivos y negativos porque en ocasiones la gente necesita estar estresada en su trabajo para poder funcionar. Esto es bueno en la medida en que la persona pueda controlar el nivel de estrés.
El ritmo frenético que nos imprimen nuestras múltiples ocupaciones y la necesidad de enfrentar presiones de todo tipo no es lo más saludable.
Trabajar en exceso aumenta el riesgo de lesiones y enfermedades. Además, se llegó a la conclusión de que trabajar doce horas diarias incrementa la posibilidad de padecer enfermedades en un 37%. Es debido al estrés y a la presión constante, más de la mitad de las lesiones y las enfermedades ocurren durante el período de trabajo conocido como “horas extras”.
Actualmente, cada vez se registran más casos de lesiones y enfermedades provocadas por largas jornadas de trabajo. Para conocer más acerca de este problema hay especialistas en Medicina del Trabajo que estudian y tratan estos trastornos. La presión y estrés bajan las defensas, lo que posibilita la aparición de cuadros gripales e infecciones, entre otros.

Trabajadores en riesgo
La pueden sufrir indistintamente los grandes ejecutivos, gobernantes y funcionarios, como los empleados de menor rango; los emprendedores y los trabajadores independientes. Las señales de una persona adicta al trabajo son las siguientes, entre otras:
El no cumplir con las horas establecidas para el trabajo, ya que suelen pasarse mucho más en su horario.
Tener escaso o nada de tiempo libre para descansar y cuando se tiene, la persona se siente incómoda.
El hacer del hogar la extensión de la empresa, llevando trabajo a casa.
El no tener motivos de conversación que no sean asuntos de trabajo.
El vivir con constante tensión, temor y angustia por el trabajo.
El llenar los tiempos libres con otro tipo de actividades, que no son relajantes o recreativas.
El presionar a los subordinados o compañeros constantemente.
El acudir al trabajo a pesar de estar enfermo o tener alguna urgencia personal.
El no tomar vacaciones o días festivos a los que se tienen derecho.
El acostarse pensando en lo pendiente del día siguiente o despertarse durante la noche, con la inquietud de alguno de ellos, que obviamente en ese momento no se va a poder solucionar. El abandono familiar y el no darse tiempo para de repente abandonar el trabajo por algún compromiso personal.
Resumiendo, la persona deja de encontrarse con los amigos, abandona otros ámbitos de pertenencia y se resiente la relación con la familia, porque no está nunca. Esto puede evolucionar hacia una adicción.

Condiciones laborales
Es fundamental que los horarios sean fijos para que la persona se acostumbre.
Aunque se trabaje de noche, situación que produce mayor desgaste, lo ideal es que el horario sea siempre el mismo porque de lo contrario, el ritmo y el funcionamiento del cuerpo se alteran constantemente.
Más allá de los diferentes trabajos que se realicen, trabajar horas extras o dobles turnos expone a los trabajadores a un mayor riesgo de lesión y enfermedad.
Las personas que trabajan horas extras son 60 por ciento más propensas a sufrir una enfermedad o lesión relacionada con el trabajo que las que cumplen con una jornada laboral regular.
Trabajar al menos doce horas al día está asociado con un aumento del 37 por ciento en el riesgo de padecer una enfermedad o sufrir una lesión; mientras que trabajar más de sesenta horas a la semana incrementa el riesgo en un 23 por ciento.
Estas cifras respaldan los hallazgos de estudios que habían demostrado que la fatiga y el estrés provocados por las largas jornadas laborables pueden representar un factor de riesgo de accidentes en el lugar de trabajo.
El riesgo de jornadas laborales excesivas no está relacionado con el tipo de trabajo que se lleve a cabo, ni con el hecho de que el exceso de horas expone a los empleados a un riesgo mayor. Por el contrario, sí existe una relación con el grado de estrés y la presión que sufren aquellas personas que pasan la mayor parte del día en una oficina sometidos a la exigencia constante.

Recomendaciones

No se preocupe por cosas que no puede controlar.
Prepárese lo mejor posible para situaciones que pueden ser estresantes.
Intente ver los cambios como un desafío positivo, no como amenazas.
Dedíquese a resolver conflictos con otras personas.
Pida ayuda a sus amigos, familia o profesionales.
Establezca metas realistas en su hogar y su trabajo.
Haga actividad física con regularidad, que ayudan a focalizar la mente, calmar las ansiedades y liberar tensión física. Aléjese del estrés diario participando en grupos deportivos, eventos sociales y hobbies. Practique meditación y relajación.
Aliméntese en forma balanceada y duerma bien (8 horas diarias). Privarse del sueño entre los 30 y los 60 años por trabajar en exceso, por turnos rotatorios o por pasar muchas horas frente al televisor o al monitor de la computadora, entre otras actividades, puede significar un alto costo para el organismo: aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial.
No se automedique.
Si no lo puede manejar, muchas veces es necesario asistir a la consulta psicológica.

HIDRATARSE EN EL TRABAJO EXTREMO

El tomar al menos dos litros de agua diariamente nos ayudará a eliminar toxinas, manteniendo nuestros riñones en buenas condiciones, compensando también la pérdida de agua que diariamente se produce por la transpiración y la orina.
Es sumamente importante beber agua antes que la sed aparezca para tener un buen nivel de hidratación, si esperamos a que la sed se haga presente es porque ya nuestro organismo siente su falta. Es así, que una falta de hidratación interna puede muchas veces pasar inadvertida y generar problemas como dolores de cabeza, cansancio, falta de concentración y calambres. Por otra parte, nuestro cuerpo realiza funciones que son vitales gracias al agua, como la regulación de la temperatura corporal, una coordinación del buen funcionamiento de las células y mantener la elasticidad de la piel. Ya sea el agua como bebida o la que contienen los alimentos de nuestra dieta diaria es necesario que garanticen la correcta hidratación de nuestro organismo.
Según los especialistas en salud y nutrición es necesario hidratarse de forma constante, aunque no se realicen esfuerzos físicos, como puede ocurrir en el caso de estar en nuestro lugar de trabajo, donde es muy importante una hidratación adecuada. Esto se debe a que cualquier trabajo que se realice aumenta la producción de calor del organismo y siempre lo hace forma proporcional a la intensidad de la actividad. Asimismo, se ponen en acción algunos mecanismo para perder calor y esto también traer aparejada la pérdida de agua y sales de forma proporcional.
El organismo se encuentra preparado para poder resistir una deshidratación de hasta un 10%. Cuando ese porcentaje se supera comienza una deshidratación que se vuelve peligrosa. El privar al cuerpo de forma prolongada de la ingesta de agua puede provocar un coma y en casos de deshidratación intensa puede producirse la muerte de la persona.
Existen cierto síntomas que produce la deshidratación y que son sencillos de detectar como suelen ser la sed intensa, debilidad, vértigo, sequedad de la piel y mucosas, dolor de cabeza, náuseas, taquicardia, fiebre, hipotensión, colapso cardíaco.
Todos estos síntomas se agravan debido a que existe una pérdida de sales y de electrolitos y por ello sufrir una deshidratación en el lugar de trabajo siempre traer aparejada la pérdida de concentración, además de un menor rendimiento, aumentando las posibilidades de sufrir algún tipo de accidente laboral.
Por todo esto, la recomendación es la de consumir de forma habitual un litro de líquido diariamente por cada 1000 kilo/calorías gastadas en la actividad laboral desarrollada. Ya en verano, con temperaturas más elevadas, la cifra varía siendo de 0,6 a 1 litro por hora o de lo contrario 250 ml, pero cada 20 minutos, variando estas cifras de acuerdo a la actividad que se desarrolla.
Una correcta hidratación proporciona al organismo un equilibrio en sus funciones. Al prevenir la deshidratación, el sujeto evitará los síntomas antes mencionados y, además, podrá concentrarse en su tarea, aumentará su rendimiento y disminuirá de forma exponencial el riesgo de poder sufrir accidentes laborales. En este sentido, es muy importante establecer pautas de hidratación a lo largo de la jornada laboral.
Por ello, según los especialistas, es importante encontrarse bien hidratado antes de comenzar a trabajar, de esta forma es imprescindible un buen desayuno para tener caloría suficientes y desarrollar sin problemas la primera etapa de la jornada laboral, como también para la recuperación de los líquidos que se pierden ya sea de forma perceptible como imperceptible durante el sueño.
Por otra parte cabe tener presente que el agua también se encuentra en los alimentos sólidos, siendo una perfecta fuente de ese elemento. Se debe consumir una cantidad de estos, preferiblemente frutas, que servirá para compensar la pérdida hídrica.
Por último, se le da a los trabajadores algunos consejos, como por ejemplo que la empresa les proporcione bebidas y que las mismas se encuentren cerca del lugar donde desarrollan la actividad, como también tomar consciencia de lo importante que es llegar al lugar de trabajo hidratados de forma correcta, consumir unos 600 ml de líquido como mínimo por cada hora de trabajo y en épocas calurosas beber además una bebida que reponga electrolitos.

HERRAMIENTAS DE USO ADECUADO

Comprender los riesgos más comunes en el uso de las herramientas de mano y los principios para prevenirlos.
En todas las ramas de la industria y en los talleres de mantenimiento en que hay gran empleo de herramientas de mano, éstas constituyen un alto riesgo de accidente. Las estadísticas señalan que un 10% del total son provocados por este tipo de equipo. Se sabe que esta cifra es mayor, ya que muchos de ellos no son conocidos por ocasionar sólo pequeñas lesiones que no impiden continuar trabajando. Estas lesiones leves producen una sensible disminución del rendimiento de los trabajadores, o una baja en la producción. Las herramientas de mano movidas por electricidad o aire son causa de accidentes más serios, debido al empleo de este tipo de energía.
Causa de las lesiones, falta de inspección, mala conservación de herramientas. Esto es porque cada herramienta debe ser cuidadosamente inspeccionada antes de ser usada. Esto es responsabilidad tanto de supervisores como trabajadores. Debe existir un programa de control de herramientas de mano en casa sección. Ninguna herramienta defectuosa debe ser puesta en uso sin antes haber solucionado dicho defecto.

Herramientas apropiadas
El trabajador debe aprender a emplear la herramienta apropiada al tipo de trabajo que hace. Debe ser supervisado para ver si hace uso de la herramienta correcta y hacerle ver las consecuencias que puede tener el uso incorrecto de ellas (accidentes, bajo rendimiento, daños a los materiales, etc.).

Herramientas mal conservadas
El mal cuidado de las herramientas es quizás el punto más efectivo para hacer fracasar un programa de prevención para herramientas de mano. Su pronta devolución al almacén, reversión periódica por personal competente y la reparación oportuna es lo más eficaz para reducir a mínimo el porcentaje de accidentes.

Herramientas seguras
Los siguientes aspectos son fundamentales para trabajar con herramientas de mano en forma eficiente y segura: la compra de las mismas debe ser planificada de acuerdo al tipo de trabajo que se realiza, con el fin de disponer las mejores en calidad y cantidad necesarias. La selección debe realizarse en base a la calidad de las herramientas y no a su precio. Una herramienta de mala calidad, por ejemplo de acero de mango de madera de fibra corta, es un riesgo de accidente en la industria.
En toda industria las herramientas deben estar almacenadas con seguridad en estantes, repisas o en gabinetes apropiados. Los encargados de los cuartos de herramientas deberán tener orden estricta de no distribuir las que estén deterioradas o sean inapropiadas para los trabajos. Debe disponerse de cajas portables de herramientas para trasladarlas en lote según la necesudad. Es importante que haya espacio para cada herramienta y que éstas puedan ser guardadas de manera que sea fácil encontrarlas y ver que estén en su sitio.

Mantenimiento
Cualquier herramienta en malas condiciones debe ser retirada de uso. Lo mismo debe hacerse con las herramientas improvisadas que no corresponden para la función en la que se supone que deben ser empleadas. Las presenten defectos o daños serán retiradas para ser reparadas o desechadas, según sea el caso. La reparación debe ser hecha por técnicos con dominio en la materia, ya que cada herramienta ha sido diseñada y calculada para un trabajo especifico (limpiar, cortar, perforar, etc.). Cualquier cambio hecho sin tomar en cuenta estos factores cambia las características de la herramienta, generando una condición insegura.

Adiestramiento
Los trabajadores deben ser instruidos en el empleo seguro de las herramientas por parte de los supervisores, en conjunto con el encargado de seguridad y con los operarios más experimentados. Esta condición debe ser tanto para el trabajador nuevo como para el antiguo. Al nuevo, para que aprenda el uso correcto y seguro de las herramientas. Al antiguo, para que corrija hábitos formados por mal uso de las mismas.
Mediante la inspección regular de los hábitos de trabajo se descubrirá en qué casos en necesario impartir más formación e instrucción.
Como norma para empleo de las herramientas de mano se insistirá en lo siguiente:
Seleccione la herramienta adecuada para el trabajo que se va a ejecutar.
Asegúrese que esté en buenas condiciones.
Úsela correctamente según las instrucciones dadas y las recomendaciones del fabricante.
Guárdelas en un sitio donde la herramienta no sufra daño y donde no represente un peligro para usted ni para sus compañeros de trabajo.

EL COMPAÑERISMO EN EL TRABAJO

El compañerismo en el entorno laboral, así como las relaciones y aficiones personales satisfactorias fuera del mismo, son los principales remedios contra el estrés.

El buen trato en el lugar de trabajo no sólo reduce las posibilidades de sufrir agobios, sino que también, si se ha sufrido una situación particularmente estresante, ayudan a una mejor recuperación. Es importante mantener y cuidar las relaciones personales dentro y fuera del ámbito laboral. En este punto no es deseable que todas las amistades o personas con las que el trabajador se relaciona fuera de su horario laboral pertenezcan a la misma profesión o ámbito profesional, porque en cierta forma, a través de las conversaciones, se recuerdan o recrean los momentos tensos de la actividad en el centro de trabajo. Se suele producir la no deseable circunstancia de que en aquellas profesiones donde el estrés registra una mayor incidencia, como personal sanitario y docentes, existe una "endogamia" entre sus miembros, de tal forma que sus amistades personales también son exclusivamente compañeros de trabajo.
También recomiendan los expertos que el individuo asuma que "el trabajo no es el centro de la vida", sino que es también importante para el enriquecimiento personal mantener actividades que sean placenteras, tales como una afición concreta o simplemente pasear y charlar con amistades. En un plano más concreto, aconsejan asimismo que en los momentos de máxima tensión en el entorno laboral se lleven a cabo unas sencillas técnicas respiratorias que conllevan una rápida relajación.
Se define el estrés como una situación que percibimos como amenazante, porque pensamos que rebasa nuestros recursos y pone en peligro nuestro bienestar, dado que perturba emocionalmente y nos puede hacer perder el control, hasta el punto de deteriorar las relaciones interpersonales.
El estrés no es una enfermedad propiamente, aunque experimentarlo durante largo tiempo, hasta convertirse en crónico sí genera los síndromes reconocidos como una patología profesional. En la aparición del estrés concurren varias circunstancias: la propia naturaleza del trabajo, en función de su volumen, dificultad y tiempo para realizarlo; el clima laboral, en el que entran en juego las relaciones con los compañeros y el grado de competitividad que la actividad profesional exija; y las características del individuo, lo que significa que unos pueden soportar sin grandes problemas situaciones que a otros les afectan considerablemente.
Los compañeros de trabajo son por lo general nuestros amigos y para hacer buen equipo nos tenemos que coordinar y complementar de forma precisa para que todo salga bien. Esto conllevará que, en determinados momentos, ciertos compañeros van a precisar de nuestra ayuda para determinadas tareas. Podemos ser los expertos que ellos necesitan o simplemente alguien que les eche una mano en un momento de exceso de trabajo. Algún día puede que la situación sea a la inversa y ellos podrán ayudarnos a nosotros.
Prestar ayuda tiene que salir de uno mismo, sin necesidad de que nos la soliciten.
Muchas veces cuando comienza un nuevo compañero en una empresa, carece del apoyo y ayuda del resto de los trabajadores, pero es precisamente en ese momento cuando más la necesita. Por un momento debemos ponernos en su lugar y preguntarnos: ¿cómo se debe sentir por esto? Seguramente no se sentirá muy bien. ¿Qué haríamos si fuésemos él? ¿Cómo nos gustaría que nos tratasen nuestros compañeros?
En una empresa tenemos que ayudarnos los unos a los otros, no sólo dentro de un mismo departamento, sino también en el resto de departamentos que también son parte de la gran familia que es la compañía. Al hablar de compañerismo no nos estamos refiriendo a que se tenga que ser amigo obligado de todos los compañeros porque la amistad tiene que surgir de forma espontánea. El trabajo no tiene como fin hacer amigos sino desempeñar una labor de la forma más agradable y satisfactoria con todas las personas con las que nos toca interactuar. En pro de la convivencia tenemos que poner de nuestra parte para llevarnos bien y respetarnos como personas, independientemente de todo lo demás.
No está justificado faltar al respeto a otro compañero, ni reírse de él ante los demás, o ignorarle cuando se dirige a nosotros, hay que colaborar con él cuando lo necesite, no ponerle dificultades a aquella información que precise de nuestra parte ni ponerle constantemente en desventaja, hablar mal de él a sus espaldas, etc. No vale la típica excusa de “no lo paso” porque eso es indiferente para el trabajo, porque lo único que hay que tener claro es que nos toca trabajar con el compañero, nos guste o no, y cuanto más pongamos de nuestra parte, todo irá mejor. La vida es una lucha constante por superarnos ante las dificultades que surgen en el camino, y entre todos se logra mucho mejor.

FUNDACAPACITACIÓN ORO NEGRO

Capacitar al trabajador en su entorno natural, no es tarea fácil, pero con la participación de todos, podemos lograrlo…

La compleja y difícil situación de los asuntos laborales del país ha venido encontrando respuestas puntuales a muchas de esas situaciones, a través de la gestión gubernamental de este proceso enrumbado a afianzar un nuevo orden sindical obrero patronal y ambiental donde prevalezca el interés colectivo por encima de lo individual.
…Y son precisamente esos intereses colectivos mal conducidos los que han venido dejando un rastro de miseria, donde ha habido abundantes oportunidades de empleo temporales, cuya bonanza, lejos de mejorar la calidad de vida en estos sectores lo que hacen es desmejorarlos cuantitativa y cualitativamente.
Las consecuencias son muchas…
Es dominio de la opinión pública que la “oportuna mano de obra emigratoria alternativa” ha venido satisfaciendo de forma inmediata las necesidades de la industria petrolera o de sus empleadores más inmediatos. Sin embargo, al agotarse la fuente empleadora, esta mano de obra flotante en cuestión de horas se convierte en problema social, agravando la calidad de vida de los residentes, toda vez que al convertirse en residentes colapsan los ya deficientes servicios públicos existentes y, en los casos más extremos, pasan a incrementar los cordones de miseria de los barrios marginales adyacentes, donde el uso de la tala y la quema dañan el ambiente.
Es decir, una activa comunidad trabajadora y productiva inexorablemente se convierte en una comunidad desempleada, destructiva, y es aliciente para la aparición anarquizada de nuevos caseríos o barrios donde ni las fuerzas públicas se atreven a entrar…
Pese a las alianzas estratégicas implementadas por los entes gubernamentales y organismos del Estado, todavía se percibe la falta de personal idóneo necesario cuando se presentan estas grandes zafras laborales, por lo que persiste (aunque en menor cantidad), las incontroladas emigraciones de personas en busca de trabajo propiciando las consecuencias antes señaladas.
Fundacapacitación Oro Negro desde hace varios años viene desarrollando un multidisciplinario programa de capacitación de mano de obra en los distintos espacios comunales y zonas rurales con influencia petrolera en el oriente del país, con miras a minimizar el problema de la mano de obra emigratoria que afecta a la región.
Es misión fundamental de Fundacapacitación Oro Negro el adiestramiento básico de la mano de obra que se requiere para acometer la diversidad de complejos desarrollos petroleros y no petroleros que ya comienzan a ejecutarse en todo el oriente del país, de acuerdo a los lineamientos generales establecidos en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.
A través de las comunidades organizadas rurales y de los consejos comunales de sectores como Peñalver, Cajigal, Bruzual, Anaco, Naricual, Puerto La Cruz y Guanta, Fundacapacitación Oro Negro, por varios años, ha venido implementando un gran proyecto de capacitación básica integral, orientada a encarar las necesidades reales de mano de obra en cada uno de estos sectores.
Cabe precisar que en la parte inicial de nuestra meta es preparar a más de 9 mil trabajadores en las áreas de: plomeros, cabilleros, encofradores, refractarios, albañiles, riggers, fabricadores, electro-tuberos, soldadores, instrumentistas, pintores, almacenistas, andamieros, electricistas, latoneros, aisladores, mecánico montador, mecánicos rotativos, mecánica estática y seguridad e higiene ambiental (SHA), entre otros.

ENFERMEDADES MÁS FRECUENTES EN LA INDUSTRIA PESADA

Silicosis
Es una enfermedad causada por la sobreexposición a la sílice cristalina libre, las cuales causan lesiones en el tejido pulmonar, fibrosis, que dificultan la habilidad de los pulmones para extraer el oxígeno del aire inhalado.
La sobreexposición a sílice cristalina causa también una disminución de la capacidad de las vías respiratorias para luchar contra ciertas infecciones por esa razón los trabajadores que sufren silicosis son más propensos a otras enfermedades como bronquitis y tuberculosis. Los síntomas característicos son: falta de respiración, tos fuerte, fatiga, piel azulada en los lóbulos de las orejas y en los labios, dolores en el pecho y fiebre.
La sílice es el segundo mineral más abundante en la corteza terrestre y es el principal componente de la arena y roca. Puede encontrarse en forma amorfa o en forma cristalina.
Algunos ejemplos de actividades profesionales en las que existe riesgo de exposición a sílice cristalina son las siguientes:
Trabajos en minas, túneles, canteras, galerías.
Tallado y pulido de rocas silíceas, trabajos de canterías.
Trabajos en seco, de trituración, tamizado y manipulación de minerales o rocas.
Fabricación de vidrio, porcelana, loza y otros productos cerámicos
Trabajos de desmoldeo, desbarbado y desarenado en las fundiciones.
Trabajo con muelas (pulido, afinado) que contengan sílice libre.
Trabajos en chorro de arena y esmeril.

Asbestosis
Se trata de una enfermedad progresiva causada por la lesión producida en el tejido pulmonar como consecuencia de la inhalación de fibras de amianto microscópicas. Tiene un desarrollo similar a las lesiones producidas por la inhalación de sílice cristalina.
El amianto suele encontrarse en materiales de aislamiento acústico y aislamiento de temperatura. Generalmente no representa ningún riesgo cuando está combinado con otros productos que lo mantienen unido de forma que no se desprendan fibras a la atmósfera. Sin embargo si se realizan trabajos de mantenimiento o si se deteriora el recubrimiento que contiene amianto, las fibras pueden pasar a la atmósfera y representar un riesgo de inhalación.
Algunas de las actividades que implican la exposición a amianto están en regresión debido a la normativa específica que restringe o prohíbe su utilización, sin embargo, todavía se producen situaciones de exposición en operaciones de “desamiantado”.

Mesotelioma
Además de asbestosis, la exposición a fibras de amianto puede producir mesotelioma, un tipo de cáncer localizado en la pleura (recubrimiento de los pulmones) o en el peritoneo (recubrimiento del abdomen). Es muy poco frecuente en la población en general, por lo que cuando se detecta es muy posible que se deba a la inhalación de fibras de amianto. Tiene un periodo de latencia muy largo y puede aparecer incluso después de varios años de exposición continuada a fibras de amianto o de exposición a niveles pico de forma intermitente.

Asma ocupacional
Es una enfermedad pulmonar en la que los bronquios reaccionan frente a la exposición a ciertos productos de origen vegetal, animal o a sustancias químicas en el lugar de trabajo. La exposición a estas sustancias provoca una inflamación de los bronquios que se estrechan y llenan de mucosidad. Síntomas característicos suelen ser: ataques de tos, opresión torácica y silbidos al respirar. Una vez que se ha desarrollado el asma, la exposición a la sustancia causante, incluso a niveles relativamente bajos, puede desencadenar los síntomas.
En algunos casos los síntomas pueden aparecer después de transcurridas varias horas desde la exposición y cuando la persona ya ha dejado el lugar de trabajo. En las primeras fases de la enfermedad los síntomas generalmente desaparecen o disminuyen durante los fines de semana o vacaciones, y vuelven reaparecen cuando el trabajador vuelve a estar expuesto.
Cuando la enfermedad está más avanzada, los síntomas pueden desencadenarse por la exposición a sustancias irritantes fuera del lugar de trabajo (humo de tabaco, polvo doméstico, etc.).
Existen más de 200 sustancias que se han relacionado con el asma ocupacional, entre ellas:
Materiales en polvo de naturaleza orgánica y con altos pesos moleculares, proteínas animales y vegetales tales como las asociadas con polvo de grano o animales de laboratorio, o proteínas presentes en el caucho natural.
Compuestos químicos de bajo peso molecular y muy reactivos (por ejemplo los anhídridos y las sales de platino).
Sustancias sensibilizantes y con aplicaciones médicas tales como la penicilina, o las cefalosporinas. Sustancias no sensibilizantes pero irritantes de las vías respiratorias (cloro, dióxido de azufre, humo de incendio, etc.)

Enfermedades sistémicas
Se reconocen los efectos cancerígenos causados por sustancias como el monocloruro de vinilo, el benceno, las anilinas, el cromo y el níquel. En los últimos años se ha visto una reducción de riesgos ocupacionales clásicos tales como el saturnismo y la silicosis, pero se observa un aumento del riesgo cancerígeno debido a la exposición a gran variedad de sustancias en el lugar de trabajo.

Control de la exposición
Si queremos reducir la dosis de exposición recibida por los trabajadores podemos influir en el nivel de contaminantes en el ambiente de trabajo a través de controles colectivos (en la fuente o en el medio de propagación), a través de limitaciones del tiempo de exposición de los operarios; o bien a través del uso de equipos de protección individual o de prácticas de trabajo adecuadas.
Los controles en la fuente se realizan en el foco de contaminación con el objetivo de evitar o reducir la emisión del contaminante al ambiente de trabajo. Se puede sustituir el producto por otro que reduzca el riesgo ambiental, enclaustrar la operación colocando una barrera de interposición, mediante extracción localizada que captura el contaminante en el punto de generación.
Como controles en el medio de propagación podemos recurrir a las medidas de ventilación general o de limpieza de instalaciones.
Los equipos de protección individual son otro método de control que, aunque no eliminan el riesgo, supone una reducción de las consecuencias de la exposición. En algunos casos se hacen fundamentales como ocurre en el caso de la exposición a sustancias cancerígenas o a agentes biológicos. Para los agentes cancerígenos, el objetivo es reducir la exposición al mínimo posible, y aunque existan controles colectivos se recurre al uso de protección respiratoria como elemento de seguridad adicional. En el caso de riesgos biológicos puesto que no existen valores de exposición ambiental definidos, se trata de reducir lo más posible el riesgo de inhalación del agente biológico.

EL ESTRÉS LABORAL

Las exigencias de una sociedad más competitiva nos llevan a tener que aceptar más responsabilidades de las que podemos cumplir. El precio que pagamos por ello puede ser el estrés.
La terminología médica del estrés se define como la "respuesta no específica del organismo a cualquier situación de presión social, laboral, familiar o de cualquier índole fuera de lo común". En otras palabras, todo estímulo, emoción o percepción que coloca a nuestro organismo en estado de alerta es estrés. Podemos decir entonces que es la respuesta del organismo para adaptarse a una nueva situación.
El mecanismo de estrés se caracteriza por una actuación concreta del sistema nervioso simpático y la importante descarga de adrenalina en la acción. La recuperación llega por la acción de su sistema nervioso parasimpático que pone en marcha la acción inversa: descenso de la tensión muscular y arterial, descarga de sustancias hormonales conducentes al descanso.
Tres etapas se distinguen en la respuesta del estrés. En la primera etapa, la de alarma, el cuerpo reconoce el estrés y se prepara para la acción, ya sea de agresión o de fuga. Las glándulas endocrinas liberan hormonas que aumentan los latidos del corazón y el ritmo respiratorio, elevan el nivel de azúcar en la sangre, incrementan la transpiración, dilatan las pupilas y hacen más lenta la digestión. En la segunda etapa, la de resistencia, el cuerpo repara cualquier daño causado por la reacción de alarma. Sin embargo, si el estrés continúa, el cuerpo permanece alerta y no puede reparar los daños. Si continúa la resistencia se inicia la tercera etapa, agotamiento, cuya consecuencia puede ser una alteración producida por el estrés. La exposición prolongada al estrés agota las reservas de energía del cuerpo y puede llevar en situaciones muy extremas incluso a la muerte.
Consecuencias físicas y alteraciones producidas por el estrés
La respuesta física constituida por el estrés es pura y simplemente una preparación del cuerpo para la acción inmediata. La desencadena el hipotálamo (en el cerebro) y hace que el organismo, automáticamente libere adrenalina al torrente sanguíneo (energía), interrumpa el funcionamiento del aparato digestivo, espese la sangre (para favorecer la coagulación en caso de heridas), bombee sangre a los músculos y órganos vitales de todo el cuerpo.
El exceso de adrenalina liberado tiende a descalcificar los huesos, provocando depósitos calcáreos en las paredes arteriales, con su consecuente acción negativa sobre el sistema inmunológico.
Enfermedades causadas o agravadas por el estrés psicológico
Estos trastornos psicosomáticos generalmente afectan al sistema nervioso autónomo, que controla los órganos internos del cuerpo. Ciertos tipos de jaqueca y dolor de cara o espalda, el asma, la úlcera de estómago, la hipertensión y el estrés premenstrual son ejemplos de alteraciones interrelacionadas.
Los médicos han reconocido desde hace tiempo que las personas son más proclives a enfermedades de todo tipo cuando están sometidas a un gran estrés. Los acontecimientos negativos, tales como la muerte de un ser querido, parecen causar el suficiente estrés como para reducir la resistencia del cuerpo a la enfermedad. Sin embargo, las circunstancias positivas, tales como un nuevo trabajo o el nacimiento de un bebé en casa, también pueden alterar la capacidad normal de una persona para resistir la enfermedad. Los sociólogos han elaborado una lista de situaciones vitales y han calculado el relativo efecto del estrés en cada una de ellas. Así, por ejemplo, la muerte del cónyuge encabeza la lista con un 100, mientras que los problemas con el jefe representan un 23; ser despedido, un 47; ir a la cárcel, un 63; cambio en los hábitos de sueño, un 16, y un 73, divorciarse.
Causas
Hay muchos otros factores que también pueden ocasionar alteraciones producidas por el estrés. Entre los que actualmente se investigan podemos mencionar un cierto tipo de conducta que los científicos llaman ‘tipo A’, un término que originalmente se aplicó a personas proclives a enfermedades coronarias. El estilo de enfrentamiento tipo A, caracterizado por una competitiva y absorbente intensidad, es común en las sociedades desarrolladas, y cada vez existen más pruebas de que esta clase de conducta está asociada con una incidencia cada vez mayor de varias alteraciones producidas por estrés.
Otras alteraciones relacionadas con el estrés y de orden más común son los problemas gastrointestinales. Los más serios son las úlceras pépticas y la anorexia nerviosa. Las alteraciones respiratorias también pueden ser consecuencia del estrés. La más común de ellas es el asma, que puede estar producida por contratiempos de tipo emocional. Las situaciones más traumáticas, como pueden ser accidentes, pueden ocasionar una alteración hoy llamada alteración de estrés post-traumática.
Tratamiento
El tratamiento de las alteraciones producidas por el estrés se limita a veces a aliviar el síntoma físico concreto. Por ejemplo, la hipertensión se puede controlar con fármacos. Los tratamientos psicológicos van dirigidos a ayudar a la persona a solucionar la causa del estrés o bien a enfrentarse a ella de una manera más eficaz. A menudo se recomienda la combinación de tratamientos físicos y psicológicos.

ACCIDENTES POR RESBALONES

Los accidentes por resbalones y caídas representan un gran número de muertes accidentales en cualquier parte del mundo, principalmente en las áreas de trabajo.
Las estadísticas en accidentes de resbalones y caída dan una fuerte indicación de la frecuencia de las lesiones reportadas en el sitio de trabajo: entre el 15 y 20%. Se estima que hay 20,000 o más muertos anuales por accidentes relacionados. Eso es un promedio de 55 personas al día.
Como en cualquier percance, la severidad que se sufre a raíz de un accidente de resbalón y caída depende de muchos factores, incluyendo la fuerza de la caída, la salud de la víctima y la reacción medica al accidente. Las lesiones más comunes son en la cabeza y el cuello, en la columna, huesos rotos y/o fracturas de pelvis, lesiones cerebrales traumáticas.
¿Qué recomiendan los expertos como lo más importante para evitar estos inconvenientes? Es sencillo... Mantenga los pisos limpios, secos y sin obstrucciones. Cuando se trata de medidas de protección contra resbalones y caídas, nada es más importante que la limpieza y el saneamiento ambiental.
Cuando camine por el área de trabajo esté pendiente de posibles derrames, manchas de grasa o polvo (las harinas y los subproductos de las máquinas pueden ser altamente resbaladizos). El agua derramada en las cercanías de las fuentes o acarreada al interior por el calzado en los días lluviosos puede crear un peligro grave. Observe los alrededores e identifique las áreas mojadas y los objetos en el piso, entonces tómese el tiempo necesario para corregir la situación. Limpie los derrames peligrosos o coloque conos o letreros de advertencia de peligro.
Las personas pueden caminar sobre superficies sumamente resbaladizas si modifican su velocidad y paso, siempre que estén enteradas de las condiciones de peligro. Es la falta de advertencia lo que puede causar los problemas. Un cambio inesperado de una superficie uniforme a una superficie resbaladiza eleva la probabilidad de un resbalón o caída.
Busque signos de cambios en el piso. Los cambios en iluminación y color del piso pueden ocultar un cambio en la fricción o en el ángulo entre dos superficies adyacentes. Siempre que sea posible, los encerados y pulidos de pisos deberán cubrir un área completa, extendiéndose hasta los cambios existentes en el piso. Elija el calzado de acuerdo con la superficie del piso.
Al realizar un trabajo considere siempre la posibilidad de los resbalones. Algunas tareas, tales como empujar cargas, pueden requerir que se preste una atención especial a las superficies de pisos antideslizantes o a la selección cuidadosa del material de las suelas y el grabado de las mismas. Para algunos trabajos resulta útil tener una mejor iluminación o un refuerzo lateral estable. Los pasamanos, las barandillas y los postes cuidadosamente colocados e instalados pueden ayudar a los operadores a apoyarse por sí mismos. Esto reduce la dependencia en la fricción entre el calzado y el piso, con lo cual se reduce el potencial de resbalones.
Los resbalones pueden ocurrir dependiendo de cómo usted camine sobre una superficie. Algunas cosas sencillas que usted puede hacer para reducir al mínimo su riesgo de sufrir resbalones y caídas es usar un calzado apropiado; ver bien por dónde camina, dar pasos lentos y cortos en las áreas donde el potencial de resbalones es elevado y usar los pasamanos en los lugares donde sea posible.

ARMONÍA Y RESPONSABILIDAD ENTRE EMPLEADORES Y TRABAJADORES

Para el empleador lo primero es fortalecer el orden laboral y la educación respecto a las normas que deben cumplir los trabajadores. Observaciones a tiempo de las indisciplinas e ilegalidades en ocasión del desempeño laboral. Coadyuvar al mismo tiempo a formar una elevada conciencia jurídica-laboral de los trabajadores, que influyen posteriormente en su aporte a la solución de los problemas conjuntos de la empresa.
Exigir a todos los trabajadores el cumplimiento de la jornada laboral, así como controlar y exigir el trabajo de forma tal que posibilite el cumplimiento del plan de producción con eficiencia y calidad.
Informar a los trabajadores detalladamente las tareas contenidas en su plan de trabajo anual o en los planes mensuales.
Crear condiciones materiales de protección e higiene y otras que garanticen la continuidad de la actividad laboral.
Informar a los trabajadores mediante orientaciones verbales, circulares, órdenes, avisos, instrucciones y demás disposiciones de todo lo que concierne al cumplimiento de sus obligaciones como trabajador.
Controlar el tiempo laborado por los trabajadores para el pago de los salarios.
Realizar el pago de los trabajadores en el tiempo establecido.
Al ingresar los nuevos trabajadores a la entidad deben ser presentados al resto del colectivo.
Realizar convocatoria para cubrir plazas vacantes de preferencia con el personal propio. Realizar con el tiempo establecido los chequeos médicos a los trabajadores (chequeos pre-empleos, periódicos u otros).
Situar de forma estable en un lugar visible en el área o puesto de trabajo las obligaciones y prohibiciones comunes específicas que deben observar los que allí trabajan.

Derechos de los trabajadores.
Tomar a su hora de almuerzo y el tiempo de descanso.
Tomar sus vacaciones en la fecha que le corresponde.
Recibir atención médica mediante el Seguro Social. En ciertas empresas, en caso de especialidad ser atendido por los médicos que atienden a los trabajadores.
Ocupar puestos de mayor remuneración o calificación, (si reúne todos los requisitos).
Que quienes atienden la actividad de Recursos Humanos mantengan actualizado el expediente de cada trabajador.
Que se le brinde condiciones de trabajo adecuadas (iluminación, ventilación, materiales de seguridad y de trabajo, etc).
Permisos correspondientes por maternidad, por enfermedad, etc.
Recibir su salario en el tiempo establecido.
Obligaciones comunes para todos los trabajadores.
Asistir puntualmente a su trabajo, permaneciendo en su puesto durante la jornada y no abandonarlo sin conocimiento y autorización de su jefe inmediato.
Marcar la tarjeta de control de asistencia o firmar el registro que esté instrumentado en los horarios establecidos (obviamente en las empresas donde este sistema de control está establecido).
No excederse en el tiempo dedicado almuerzo o la comida, así como para su descanso y necesidades personales.
Cumplir con calidad y eficiencia el trabajo.
Poner en conocimiento de la administración de las causas que obstaculizan o dificultan el desenvolvimiento del trabajo.
Comunicar a su jefe inmediato los motivos de la inasistencia en un término.
Mantener una adecuada apariencia personal.
Cumplir el contenido de las orientaciones, circulares, órdenes, avisos, instrucciones y demás disposiciones relativas a sus labores y otras que dicte la empresa.
Cuidar el orden y la limpieza de su trabajo.
Adoptar las medidas que estén a su alcance para mantener controlado el buen estado y mantenimiento de los equipos de trabajo que estén bajo su responsabilidad.
Mantener la discreción necesaria con respecto a las labores que desempeña de los documentos que utiliza.
Realizar sus labores con el uniforme o vestuario correspondiente y cumplir las normas establecidas de higiene.
Atender, informar y orientar correctamente a cualquier compañero que necesite su servicio de atención.
Asistir a los cursos de superación que se le asigne.
Cumplir con las normas establecidas para el ahorro, aprovechamiento, explotación y cuidado de las materias primas, energía eléctrica, combustible y demás materiales puestos en función de su trabajo.
Cuidar de los recursos materiales, financieros y económicos que se confían para el desempeño de las labores, así como hacer una adecuada utilización de ellos, adoptando medidas para evitar que sean sustraídos, extraviados, deteriorados o inutilizados.

Lo que no debe hacerse bajo ningún concepto
Ausentarse al trabajo sin justificación.
Infracciones de los horarios de entrada y salida.
Desobediencia a las instrucciones de los superiores.
Cometer hechos o conductas ilegales, de corrupción, hurto, etc.
Ingestión de bebidas alcohólicas durante el desempeño de sus funciones o concurrir al trabajo bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
No cuidar la propiedad y los recursos materiales que se asignan para el desempeño de sus labores, haciendo una inadecuada utilización de los mismos.
Aceptar en el ejercicio de su cargo cualquier beneficio personal (sobornos, dádivas, etc).
En el caso de las labores por guardia, abandonar su turno de trabajo si no ha llegado el relevo.
Fumar, o mantener encendido cualquier derivado del tabaco durante la actividad laboral.

ACCIDENTABILIDAD Y SUEÑO

Hay factores que debemos tener en cuenta por su influencia en el rendimiento, la seguridad y la prevención. Algunos de estos son: el horario de trabajo, el trabajo nocturno y el dormir de manera insuficiente.
El sueño es una necesidad biológica potente y vital. La falta del mismo nos genera inestabilidad emocional. Si despreciamos esta necesidad, durmiendo poco, trabajando en horario nocturno (normalmente de 12 de la noche a 5 de la mañana), violando las exigencias más primarias de la higiene del sueño, podemos estar fomentando una incapacidad latente a la que ahora no damos importancia, pero que aparecerá.
El efecto perjudicial del sueño insuficiente y perturbado, la privación crónica del tiempo aconsejado para dormir, y el prolongado mantenimiento de la situación en estado despierto, resulta acumulativo y puede influir, aumentándolo, sobre el riesgo de accidentes o errores.
Los incentivos económicos y sociales, con distancias más grandes a los lugares de trabajo, llevan apareado un incremento de la presión para espacios de tiempo más largos e intensos. Estas situaciones pueden agravar los problemas de cansancio derivados de las exigencias de rendimientos en el trabajo.
Los trabajadores del turno de noche tienen el riesgo de, involuntariamente, poder quedarse dormidos en el trabajo sobre todo si es tedioso, rutinario y estático, y más aún, en el camino de vuelta a casa (si conducen) con el consiguiente peligro de accidente. Las autopistas y otras vías de flujo automotriz rápido son especialmente propicias para los accidentes. Más de la mitad de los casos se producen entre hombres de una edad inferior a los treinta años, aunque se elimine el alcohol como factor causal. En los procedimientos actuales de registro e informe de accidentes cabe la posibilidad de que estén infravalorando la incidencia de los choques de vehículos causadas por conductores con problemas del sueño.
La frecuencia de la situaciones de sueño relacionadas con las exigencias de productividad (hay centros de trabajo en los que se trabaja por la noche con el mismo ritmo que en los horarios correspondientes a los turnos de la mañana y la tarde), y rendimiento se ha comprobado que es una de las causas de accidente industriales y de transporte más importante que lo reflejado en las cifras y estadísticas de procedencia oficial.
Asistimos a una ausencia de disposiciones legales adecuadas referidas a las horas de trabajo, que conlleva a que existan lugares donde se multiplique el peligro para la seguridad personal, publica y medio ambiental.
A modo de resumen de lo anteriormente visto, creemos que son más que recomendables, seguir algunas indicaciones que a continuación redactamos:
Prestar una mayor atención a las disposiciones que regulan los horarios de trabajo y descanso.
A nivel sindical, elevar a los gobiernos junto con los empresarios, especialistas médicos, la necesidad de desarrollar disposiciones sobre nuevos horarios de trabajo basados en las conclusiones de los estudios científicos contrastados. Pero también se necesita la colaboración persistente de los trabajadores.
Considerar sistemáticamente el papel jugado por el sueño en la investigación de accidentes.
Establecer un conjunto de criterios uniformes para el registro normalizado de los accidentes relacionados con fallos en el sueño, no sólo por carencia del mismo.
Desarrollar campañas de educación pública sobre la importancia de dormir correctamente, así como sobre los efectos negativos de dormir poco y sobre los síntomas de los trastornos del sueño.
Prestar, por último, mayor atención a las medidas preventivas contra los accidentes relacionados con el sueño.